La realidad del BMW Gran Coupé

Centrémonos: en BMW saben perfectamente lo que hacen, y el Concept Gran Coupé es la mejor muestra de ello. El prototipo ha sido presentado en la red totalmente por sorpresa y sin que estuviese previsto, y ha causado ni más ni menos exactamente lo que los bávaros esperaban: una sorpresa mayúscula.

La sorpresa ha sido acompañada por todas nuestras bocas abiertas, y es que no es para menos. Muchos nos preguntábamos qué tenía BMW entre manos de cara a ofrecer un modelo súmmum, lo máximo del fabricante alemán y aquel modelo que representase a toda la marca, el gran modelo insignia o como se dice en términos, flagship.

Antes de nada te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro artículo dedicado al Serie 8 que publicamos allá hace prácticamente tres años. ¿Por qué? Básicamente, porque el Serie 8 tiene mucho que ver en esta historia, ya que durante todos estos años ha ido sonando cada vez más y más, hasta el punto de que hemos visto que tanto rumor y ruido era por algo.

Fue en el 2008 cuando llegaron fuertes rumores -especialmente al final del año- en torno a que el Serie 8 volvería renacido bajo la imagen de una berlina-coupé, inspirada en el CS Concept y con el mismo objetivo que el gran coupé tuvo en su día: representar a todo BMW con tecnología punta. Afortunadamente ha sido así, y más afortunadamente aún BMW ha decidido no usar la estética del CS Concept para diseñar el Gran Coupé. El 4 puertas que tienes en el inicio del artículo es el pináculo de BMW, lo más explosivo con aires de mercado que ha construido jamás, y tienen muchos motivos para afirmar esto.

El Gran Coupé tiene como objetivo llegar a producción y entrar de lleno en el mercado de las berlinas-coupé de lujo, pero de una manera diferente. El mercado ya está lleno y el segmento también, y triunfar con más de lo mismo es muy complicado. ¿Qué han propuesto, entonces?

Si te has fijado un poco en el diseño ya te habrás dado cuenta. Las líneas de esta berlina-coupé son diferentes a las del Mercedes CLS o las del Aston Martin Rapide, por ejemplo. El bávaro tiene mucho más porte y no es tan curvado. Se presenta más como berlina que como intento de coupé, y eso es lo que le diferencia del resto, y lo que precisamente ha hecho que todo el público a nivel global haya mostrado un grandísimo interés por el 4 puertas.

Llegados a este punto, nos preguntamos qué quiere hacer exactamente BMW con él. A producción está confirmado que llegará, pero… ¿cuál será su objetivo? Todo depende de si BMW decide comercializarlo como uno más, o bien seguir la estela del Serie 8 y tratarlo como algo muy exclusivo y que represente el pináculo de la marca. En caso de que sea la primera opción, estate atento por motores gasolina y diésel de todo tipo, probablemente la misma gama que en el Serie 5 y Serie 7. Pero si se trata de la segunda, la cosa se torna muy interesante y realmente apasionante. Probablemente se enfrenten al eterno dilema: comercial o personal. Si es comercial el éxito de ventas está asegurado, pero será básicamente más de lo mismo y al fin y al cabo no destacará en nada. Será una mezcla entre el Serie 5 y el 7, y no tendrá motivos reales para destacar en el mercado al que pertenecerá.

Por especular, imagínate que BMW decide sacar sólo cuatro versiones al mercado bajo el nombre de Serie 8: 840i, 850i, 850xi y 850 M. Toda una gama de potencias que iría desde el 6 cilindros turboalimentado de 306 caballos (840i), hasta el V8 de 4.4 litros y 404 caballos, a elegir entre tracción trasera o integral (850i y 850xi, respectivamente) Para terminar, tendríamos entre manos el 850 M, preparado por la división deportiva de los bávaros y presumiblemente con el V8 de 4.4 litros y 580 caballos que montará el nuevo M5 F10. Quizás aún más potente, sobrepasando los 600 caballos. ¿Qué te parece?

No podemos negar que la idea sea interesante a nuestro juicio, pero son sólo especulaciones e ideas. Lo que tenga que ser lo sabremos relativamente pronto, y por ahora no nos queda otra con ver, y soñar.