El nuevo BMW i8, más en detalle

Aunque BMW reveló hace unos días las fotos del i8 de producción, no es hasta hoy cuando podemos conocer todos los datos en profundidad. Sin duda es un coche con mucho hype alrededor, pero para qué negarlo, el hype generado está a la altura de las circunstancias de la situación, estamos ante uno de los coches de producción tecnológicamente más avanzados que podemos encontrar en la actualidad.

Y es que ciertamente el BMW rompe esquemas dentro de los coches deportivos que conocemos y tenemos en el mercado en la actualidad. Ya no por su estética, que le da una vuelta de tuerca a lo que habíamos visto e imaginado dentro de la firma durante al menos, la última década, sino por el concepto que introduce donde se combina la máxima eficiencia, sin renunciar a prestaciones, aerodinámica (0,26 Cx), rendimiento y eficacia sobre el asfalto. Demasiado bonito para ser verdad, ¿cierto? pues no, aquí lo tienes, materializado por fin.

Como sabrás por las múltiples veces que hemos hablado sobre el i8, su configuración mecánica está formada por un propulsor de combustión interna sobrealimentado que sirve, principalmente de apoyo para el propulsor eléctrico. El propulsor de combustión interna impresiona en primer lugar por su cilindrada, que es de únicamente 1,5 litros, pero sin embargo, eroga una potencia de 231 CV con 320 nm de par, contando además con distribución variable ‘Valvetronic’. Por su parte, el propulsor eléctrico cuenta con 131 CV de potencia y 250 Nm y está alimentado por unas baterías de iones de litio. La tracción es integral (generalmente, porque en función del modo de conducción esto podría variar) y el conjunto está orquestado por un cambio automático de 6 relaciones en el motor térmico (que es el encargado del eje posterior), mientras que el encargado del eje delantero, es el propulsor eléctrico orquestado por un cambio de dos relaciones.

Un cóctel de potencia muy atractivo: 362 CV

Sin embargo, el cóctel derivado de combinar la potencia es aún más interesante si cabe: 362 CV y 570 Nm de par, con unas prestaciones muy por encima de modelos similares en potencia, ya que sólo necesita 4,4 segundos para alcanzar los 100 Km/h saliendo desde parado, con una velocidad máxima de 250 Km/h limitada electrónicamente. Sin embargo, el dato más llamativo de todo este conjunto es el consumo medio homologado: 2,5l/100 km. Espectacular, ¿verdad?

También se ha trabajado mucho en contener su peso al máximo posible, y a su vez, ser respetuoso con el medio ambiente dentro de las limitaciones. Por ello, en su fabricación, se emplean muchos materiales reciclados y otros realizados con sustancias que podemos encontrar en la naturaleza. Esto, unido al uso de la fibra de carbono en muchos elementos, implementando el aluminio en algunos elementos del conjunto (como suspensiones, llantas forjadas?), magnesio en otros elementos como la barra oculta tras el salpicadero y monocasco de PRFC, hace que el peso del conjunto sea de 1.490 kg.

El nuevo BMW i8, más en detalle

El conductor podrá elegir entre múltiples modos de conducción. El modo eDrive nos permite conducir en modo completamente eléctrico, cuya autonomía es de 35 km (si bien la velocidad máxima de este modo es de 120 Km/h). El modo ECO PRO está pensado para optimizar la eficiencia en el consumo energético, el modo CONFORT es una mezcla de ambos conceptos y finalmente el modo SPORT es principalmente para cuando vayamos a realizar conducción deportiva, priorizando las máximas prestaciones.

Como también sabrás, el i8 es un modelo enchufable, de forma que podemos recargar su batería en casa (cuya capacidad es de 5kWh y está refrigerada por agua), sin necesidad de tener que recurrir a la frenada regenerativa. Según BMW, es posible cargarla en un enchufe de casa en 3 horas, mientras que si usamos su estación de carga, únicamente necesitaremos dos horas para realizar la operación.

BMW i8 producción

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