Aunque existen desde hace ya varios años, el uso de los patines eléctricos se ha popularizado notablemente durante los dos últimos años debido a la irrupción de opciones muy económicas en el mercado, amén de las restricciones cada vez más fuertes por parte de las principales ciudades al tráfico rodado, habiéndose logrado posicionar como una alternativa excelente al uso del transporte privado e incluso transporte público.
Sin embargo, este crecimiento tan descontrolado ha pillado por sorpresa tanto a ayuntamientos como a la propia DGT. Los primeros, en las principales ciudades ya han legislado al respecto -o se encuentran ultimando los detalles de la reforma legislativa-, mientras que la DGT ha anunciado hoy también que regulará su uso incorporándolos al reglamento de vehículos vigente con una normativa específica.
Han sido precisamente los propios ayuntamientos los que han estado pidiendo a la DGT que estos vehículos de movilidad personal (MVP) sean reconocidos como vehículos y que sean clasificados, a fin de que ellos puedan ejecutar sus propias regulaciones. Según el director de Tráfico, Pere Navarro, dicho organismo se encargará de crear una base legislativa que sea común a todo el país y donde se agrupen unas normas básicas y que a su vez puedan servir como sustento a los ayuntamientos.
La ausencia de un marco legislativo que ampare a los MVP dentro de la DGT ha dado como resultado que existan grandes diferencias en su clasificación y prohibiciones. Hay ayuntamientos que los consideran como una bicicleta, mientras que otros lo hacen como algo más cercano a una moto. Por ello, en algunas ciudades se están planteando hasta si podrán compartir la vía con peatones o vehículos. Podría darse el caso de que incluso esta reforma de la ley implique hacer obligatorio el uso de cascos en los mismos por las velocidades que alcanzan (improbable, bajo nuestro punto de vista).
