Aunque ha sido una de las firmas más reticientes a la electrificación (aunque no a coste cero, dado que han logrado dar una vuelta de tuerca a los motores térmicos con introducciones como la del motor SkyActiv-X en el Mazda3), finalmente Mazda también ha anunciado su electrificación que arrancará en primera instancia con un coche eléctrico (como modelo independiente y no una variante electrificada de uno vigente), además de híbridos enchufables a partir de 2021. En 2017 ya pudimos ver los primeros pasos en esa dirección con el anuncio del acuerdo entre Mazda y Toyota para desarrollar vehículos eléctricos conjuntamente, si bien el modelo que nacerá de aquí no lo hace gracias a dicho acuerdo.
Así lo ha confirmado el propio CEO de Mazda, Akira Marumoto. El directivo japonés ha confirmado que su estrategia pasa por reducir su tasa de emisiones de CO2 en Europa para poder cumplir con los cada vez más estrictos estándares que aquí se exigen y que entre otras cosas, obligan a lograr un promedio de 95 g/km de CO2 para 2021 de media entre todos los modelos que componen su gama.
Actualmente y según la consultora JATO Dynamics, se estima que la media actual de emisiones de la gama del fabricante nipón es de 135,2 g/km de CO2, por lo que la irrupción de uno vehículo eléctrico en el catálogo podría reducir considerablemente dicha media.
Pero tras ese vehículo eléctrico inicial de Mazda, la electrificación continuaría dentro del fabricante, en este caso, con híbridos enchufables a partir del año 2021 y 2022, que funcionarían como eléctricos de autonomía extendida, atención, usando el motor rotativo como extensor de rango.
Eso sí, de forma paralela continuarán evolucionando las grandes innovaciones llevadas a cabo sobre el motor térmico como es el caso del SkyActiv-X que supone una importante mejora respecto a consumos y emisiones, acercándolos ya a cifras cercanas a la de un híbrido mediante la combinación de la eficiencia y consumo de un diésel con el régimen de trabajo elevado de un gasolina.
