Prueba: Audi S3 Sportback 2.0 TFSI Quattro (equipamiento, comportamiento, conclusión)

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Seguro que te quedaste el otro día con más ganas de S3 Sportback, ¿verdad? No es para menos, este compacto explosivo de Audi logra ser uno de los compactos más civilizados, en el que se dan concesiones a los lujos en materia de equipamiento y confort, pero eso no supone renunciar a la deportividad y eficacia.

Equipamiento

Una de las primeras incógnitas que se nos pueden plantear, dado que el S3 sólo va asociado a un único motor -el 2.0 TFSI con tracción Quattro– es el cambio. Ya te comentamos en la primera parte de la prueba que es algo que variará mucho en función de nuestras necesidades personales y el tipo de conducción que le vayamos a dar, pero la escasa diferencia tarifaria entre ambos (manual y doble embrague), que es de poco más de 500 euros es algo que nos puede poner ya de primeras en un serio conflicto interno.

Pero lo cierto es que aún pese al elevado precio de tarifa (45.620 euros), su dotación de serie no es especialmente abundante, pero chequera mediante, podemos equiparlo de forma muy extensa, con elementos que algunos de sus rivales no pueden disfrutar.

Uno de los extras que más recomendables me parecen y que nuestra unidad equipaba son los faros Full LED. De serie cuenta con faros de xenón, pero lo cierto es que viajar de noche con faros Full LED es una experiencia totalmente diferente, y aunque es cierto que en las pocas marcas que en la actualidad los ofrecen existen diferencias considerables en algunos casos en la forma de alumbrar, el sistema ofertado por Audi resulta muy satisfactorio.

Por ejemplo, algunos de los elementos que nos parece que deberían venir como parte de la dotación de serie son, por ejemplo, los retrovisores exteriores calefactables, cuyo extra cuesta 155 euros y que está también provisto de eyectores de agua calefactables. Existe también un paquete que agrupa los retrovisores calefactables, espejos retrovisores plegables eléctricamente además de espejo interior fotocromático por 470 euros. Elementos como el acceso y arranque sin llave (keyless-entry) son también un elemento opcional por el que tendremos que abonar 475 euros, así como el paquete de iluminación interior que añade iluminación en los abrepuertas, iluminación ambiente, además de iluminación de lectura y acceso adicionales con un coste de 170 euros. El sensor de presión de neumáticos resulta también opcional (100 euros).

Prueba: Audi S3 Sportback 2.0 TFSI Quattro (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Nuestra unidad equipaba también el techo corredizo de cristal. No resulta un extra económico (1.160 euros), pero se compensa con el hecho de que además de ser practicable, es también panorámico, aportando una luminosidad al interior sin parangón.

El control de crucero es de serie, pudiéndose completar por 365 euros adicionales con el control de crucero adaptativo. Además, hay un paquete cuyo coste es de 1045 euros que cuenta además de con el control de crucero adaptativo, con sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asistente de luces de carretera y aviso de cambio involuntario de carril.

En materia multimedia las opciones también son múltiples. El paquete más básico es el ‘Connectivity’ que añade preparación para el sistema de navegación, Bluetooth, además del reproductor de música por 380 euros. Para el paquete de navegación básico deberemos desembolsar 1.095 euros, y finalmente, por el sistema de navegación MMI navegación plus con MMI Touch que cuenta con pantalla a color en 7 pulgadas, MMI de 3º generación y navegador con disco duro tiene un coste de 2.540 euros.

Comportamiento

Nos ponemos al volante. Aceleramos a fondo y pese a que echamos en falta algo más de ruido proveniente de sus escapes, el S3 posee una aceleración apabullante. No es para menos: 4.9 segundos lo separan desde los 0 hasta los 100 km/h desde parado si contamos con el cambio S-Tronic como es el caso de nuestra unidad. La motricidad que le confiere el sistema de tracción para salir desde parado es lo que le ayuda a conseguir una cifra como la que acabo de exponer.

Antes de empezar a trazar curvas, nos interesa saber que el S3 Sportback posee diferentes perfiles de conducción seleccionables y que en función de la dotación elegida podrán variar más o menos características. Este selector de modos se denomina Audi Drive Select y ofrece los siguientes modos: Comfort, Auto, Efficiency, Dynamic e Individual. Para sacarle el máximo provecho, nos interesa el modo Dynamic, que varía aspectos como el comportamiento de la caja de cambios (en nuestro caso, al ser la S-Tronic), la asistencia de la dirección, la respuesta del acelerador y en caso de contar con la suspensión de dureza variable (Audi Magnetic Ride, un extra que cuesta 1000 euros).

Prueba: Audi S3 Sportback 2.0 TFSI Quattro (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Empezamos a enlazar curvas y la dirección nos gusta bastante por su tacto, rapidez y aplomo a altas velocidades. Bien es cierto que respecto a otros modos únicamente se endurece, pero no mejora su tacto ni respuesta. Tras un rato tomando curvas sin descanso, podemos ver como los frenos continúan respondiendo con una respuesta más que correcta, mostrando una resistencia al desgaste buena.

Prueba: Audi S3 Sportback 2.0 TFSI Quattro (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Por otra parte, no es un coche con un comportamiento en absoluto traicionero: de hecho, resulta muy fácil (quizá demasiado) llevarlo rápido, puesto que se muestra muy tolerante a los errores del conductor, el único momento donde podemos poner en apuros al conjunto es en determinadas horquillas donde se muestra ligeramente subvirador. El cambio S-Tronic impresiona por su rapidez y eficacia en todas las situaciones, permitiendo realizar todos los cambios de marcha sin interrupciones de por medio.

 

 

Prueba: Audi S3 Sportback 2.0 TFSI Quattro

 

 

 

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