Para celebrar el 25º aniversario del Golf R, Volkswagen prepara una edición especial impulsada por el cinco cilindros turbo de 2,5 litros del Audi RS3. Hablamos de un salto enorme frente al actual cuatro cilindros: en su configuración vigente, ese “cinco” ronda los 394 CV y 480 Nm, y en variantes de edición limitada ha llegado aún más lejos. El objetivo es claro: cumplir por fin con el espíritu de aquel R 400 que se quedó en el limbo y firmar el Golf de producción más rápido de la historia.
No será solo cuestión de potencia. El bastidor se reforzará con más rigidez y geometrías más agresivas: se baraja aumentar la caída delantera a 2,0°, montar copelas mejoradas y manguetas reforzadas. Audi ya demostró en el RS3 que un tren delantero con rodamientos de pivote específicos mejoró su comportamiento, y ese hardware podría trasladarse si el empaquetado lo permite. Detrás, la guinda técnica será el Torque Splitter, un diferencial vectorial que reparte el par entre las ruedas traseras y transforma el comportamiento. A ello se sumarán llantas forjadas Warmenau, neumáticos semi-slick Bridgestone Potenza Race, vías más anchas, software recalibrado y frenos mayores.
La transmisión también tendrá su tratamiento: un DSG de siete relaciones con desarrollos revisados y launch control, buscando no solo cifras, sino constancia vuelta tras vuelta. ¿El peso? Se espera un aumento contenido respecto al Golf R actual, del orden de unos 25 kg, en línea con la diferencia que hay entre éste y el RS3.
Las intenciones deportivas se verán por fuera: capó con tomas, entradas frontales más generosas, un alerón trasero más agresivo y un difusor funcional. Rematarán el conjunto cuatro salidas con puntas de titanio y válvulas activas, y por dentro, asientos tipo backet para arañar gramos donde cuenta.
Todo esto llegará con un propósito doble: despedir por todo lo alto al Golf de gasolina antes de su transición eléctrica y, de paso, asegurar la supervivencia del legendario EA855 más allá de Euro 7 mediante filtros de partículas revisados, sensores NOx más sensibles, catalizadores de mayor densidad e inyección recalibrada. Volkswagen quiere recuperar el trono interno en Nürburgring, donde hoy manda el GTI Edition 50, mientras el RS3 dejó el listón en 7:40.748.
Vía: Autocar
