El CEO de Volkswagen sentencia a los coches pequeños de combustión: no habrá un nuevo Polo de combustión

El consejero delegado de Volkswagen, Thomas Schäfer, ha sido contundente respecto al porvenir de los utilitarios de combustión: no tienen hueco en la estrategia a largo plazo de la marca. La estricta normativa de emisiones hace inviable el desarrollo de nuevos motores térmicos para modelos icónicos como el Polo, cuyo legado quedará inevitablemente en manos de la electrificación total.

A pesar de los recientes debates en la Comisión Europea sobre la prohibición de venta de térmicos para 2035, el sector automovilístico se enfrenta a la obligación inmediata de recortar las emisiones de flota en un 90% respecto a los niveles de 2021. En este escenario regulatorio, Schäfer advierte en declaraciones a Auto Motor und Sport que actualizar los pequeños motores de gasolina para cumplir con las futuras exigencias técnicas dispararía los costes de desarrollo. Estos gastos repercutirían directamente en el precio final, haciendo que el coche fuera demasiado costoso para competir en el segmento B. Por tanto, desarrollar una nueva generación de combustión carece de sentido financiero.

La firma de Wolfsburgo prepara el lanzamiento del ID. Polo para la primavera de 2026, un modelo que actuará como sucesor indirecto del actual superventas y cuyo precio de partida se situará en los 25.000 euros, IVA incluido. La ofensiva en el segmento de acceso se reforzará en 2027 con la versión de producción del concepto ID. Every1, destinado a cubrir el hueco de los extintos up! o Lupo con una tarifa de entrada de 20.000 euros. Además, la gama se completará a mediados de 2026 con el ID. Cross, un crossover eléctrico de dimensiones similares al Polo que se posicionará por debajo del ID.4. Todos estos vehículos utilizarán la plataforma MEB+, una arquitectura evolucionada y dedicada exclusivamente a sistemas de propulsión eléctricos.

Mientras se materializa esta transición, los actuales Polo y T-Cross de gasolina no desaparecerán de inmediato. Ambos modelos convivirán con la nueva familia eléctrica durante un periodo indeterminado que podría extenderse hasta 2030, aunque la marca no invertirá en nuevas generaciones de estos coches térmicos. Schäfer también ha descartado rotundamente el hidrógeno para este segmento de volumen, calificando la discusión de «ficticia» debido a la escasez de hidrógeno verde y los costes inasumibles de la pila de combustible.

Volkswagen se mantiene como el fabricante más popular en la UE, superando el millón de unidades vendidas en los primeros diez meses de 2025. Lejos de enfriarse, la demanda de coches eléctricos sigue al alza en Europa, alcanzando una cuota de mercado del 16,4% hasta octubre, frente al 13,2% del año anterior.

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