La colaboración de Mazda con el gigante chino Changan está dando unos frutos muy interesantes para la firma nipona. Tras el buen recibimiento de la berlina EZ-6, su hermano en formato crossover, el Mazda EZ-60, está pulverizando todos los récords de expectación. A fecha del 11 de julio, y desde su presentación en el Salón del Automóvil de Shanghái, el modelo ya acumula la asombrosa cifra de más de 33.000 pedidos en China, todo ello antes de su lanzamiento oficial previsto para septiembre de 2025. Este éxito inicial no solo consolida la apuesta de Mazda en el mercado asiático, sino que prepara el terreno para su desembarco en Europa bajo el nombre de Mazda CX-6e.
Fiel al lenguaje de diseño «Kodo» de la marca, el EZ-60 integra elementos futuristas propios de un coche eléctrico, como una calandra carenada y un perfil afilado. Pero su estética esconde una profunda obsesión por la eficiencia aerodinámica. Mazda ha implementado un innovador sistema de flujo de aire que no solo aporta una ganancia estimada de 41 kilómetros de autonomía, sino que también reduce el ruido del viento en el habitáculo y mejora la estabilidad a altas velocidades. En China, se ofrecerá con un sistema de propulsión totalmente eléctrico y una variante de autonomía extendida (EREV), ambas desarrolladas sobre la plataforma de Changan.
El habitáculo está presidido por una espectacular pantalla panorámica 5K de 26,45 pulgadas y un vanguardista Head-Up Display 3D de 100 pulgadas que proyecta información directamente en el campo de visión del conductor. Todo este arsenal digital está gestionado por un avanzado chip de 4nm que promete un rendimiento muy superior a los procesadores de generaciones anteriores. La seguridad también es una prioridad, con una estructura fabricada en un 86,5% con aceros de alta resistencia y un sistema de asistencia a la conducción de nivel 2 de serie.
El éxito del EZ-60 también se explica por una agresiva estrategia comercial, con un sistema de reserva simbólica de apenas 10 yuanes (aproximadamente 1,30 euros). Sin embargo, esta política de precios cambiará drásticamente en su llegada a Europa. Tomando como referencia la berlina Mazda 6e (EZ-6 en China), que pasó de costar entre 20.800 y 23.700 euros en el mercado local a un precio de partida de 44.900 euros en Alemania, se espera que el CX-6e siga una tendencia similar. Esta enorme diferencia se debe a la intensa guerra de precios en China y a los aranceles de importación europeos sobre los coches fabricados en el país asiático. Mientras tanto, Mazda ya trabaja en su propia plataforma para vehículos eléctricos, que verá la luz en 2027 y será fabricada en Japón.