Pese a ser tan sólo un prototipo, el Concept AMG GT XX no solo ha “dado la vuelta al mundo” en menos de ocho días sobre el anillo de Nardo, sino que, de paso, ha pulverizado dos docenas de marcas. La plataforma AMG.EA demuestra así que no está pensada solo para explosiones de aceleración: también sabe dominar las largas distancias sin pestañear.
El escenario no admite atajos: dos prototipos del GT XX rodaron durante 7 días, 13 horas y 24 minutos, acumulando 40.075 km y nada menos que 3.177 vueltas al trazado italiano. En ese maratón cayó un nuevo tope de 24 horas para un coche eléctrico, con 5.479 km, superando en más de 1.500 km el registro del XPeng P7. Entre medias, fueron cayendo los hitos de 12, 48, 72, 96, 120, 144 y 168 horas, y los de 2.000, 5.000, 10.000, 15.000, 20.000 y 25.000 km. Todo ello en condiciones duras, con temperaturas que alcanzaron los 35 ºC a la sombra y con un equipo de 17 pilotos profesionales relevándose al volante.
Los ingenieros fijaron una velocidad constante de 300 km/h por ofrecer el mejor equilibrio entre consumo y progreso, pese a que el coche puede alcanzar 360 km/h. Las únicas pausas fueron para enchufarlo, y ahí el GT XX juega en otra liga: una arquitectura de 800 voltios y una potencia de recarga promedio de 850 kW permitieron recuperar el equivalente a 400 km WLTP en apenas cinco minutos. Con esas cartas, la logística de boxes se convirtió en un arma tan importante como la aerodinámica.
Bajo la carrocería late un sistema de propulsión con tres motores de flujo axial que entregan más de 1.360 CV (1.000 kW). Este tipo de motores destaca por su elevada densidad de potencia, y se combina con una batería de alto rendimiento con celdas cilíndricas NCMA de 300 Wh/kg. El pack emplea una refrigeración líquida directa con 40 litros de fluido para mantener a raya la temperatura, una solución inspirada en la competición que permitió sostener velocidades de tres cifras durante días sin degradación crítica.