Apenas tres años después de su apuesta como coches 100% eléctricos, los Renault Megane y Scenic volverán a ofrecer motores de combustión. La próxima generación de ambos modelos, prevista antes de que acabe la década, adoptará una nueva plataforma multienergía que incluirá sistemas de propulsión híbridos junto a las variantes puramente eléctricas para atraer a los compradores que aún desconfían de los vehículos sin depósito de gasolina.
Esta decisión estratégica responde a las declaraciones del nuevo CEO del grupo, Francois Provost, quien ha señalado que los «coches más grandes son una de nuestras prioridades». Renault busca reforzar su presencia en el competido segmento C europeo, donde el Megane actual ha luchado por encontrar su hueco debido a un tamaño compacto de 4,2 metros y una autonomía homologada limitada a 459 km con su batería de 60 kWh, cifras que se han quedado cortas frente a la competencia.
La solución llegará con una nueva arquitectura versátil que servirá de base no solo para los futuros Megane y Scenic, sino también para los reemplazos de los Austral, Espace y Rafale. El objetivo es unificar el desarrollo para reducir costes hasta en un 40%. Aunque no se abandona la propulsión eléctrica, se complementará con tecnología híbrida para ofrecer más opciones al mercado.
Si bien, el sistema elegido no sería el híbrido habitual, sino el de extensor de autonomía, una solución de «propulsión en serie» similar a la e-Power de Nissan. En este esquema, un motor de gasolina funciona exclusivamente como generador para recargar la batería, mientras que el motor eléctrico es el único responsable de mover las ruedas. Esto permite una experiencia de conducción similar a la de un eléctrico puro, pero pudiendo estar más despreocupado por la autonomía.
La tecnología ya está lista a través de Horse, la empresa conjunta de Renault con Geely y Aramco. Han desarrollado un compacto motor de 1.5 litros y cuatro cilindros, con potencias de 94 CV o 161 CV, que cumple la normativa Euro 7 y está diseñado para integrarse en las plataformas eléctricas existentes. Mientras llega esta revolución, el Megane actual recibirá un rediseño inminente que podría incluir la batería de 87 kWh del Scenic, elevando su autonomía hasta unos más competitivos 615 km.
Vía: AutoExpress





