El mundo del coleccionismo cierra el año con la puesta en venta del último Land Rover Defender Heritage Edition fabricado en la historia. Esta unidad, ensamblada el mismo día que finalizó la producción del modelo clásico, representa el broche de oro para la marca británica y está disponible mediante una puja internacional que concluirá el próximo 30 de diciembre.
Este Defender 90 no es simplemente un coche más dentro de una serie limitada, sino una pieza con un valor histórico documentado. Su fecha de nacimiento, el 29 de enero de 2016, coincide con el último día de actividad de la línea de montaje del Defender clásico, siendo el último Heritage y el penúltimo Defender de cualquier versión en abandonar la fábrica. Con un único propietario desde su estreno, el vehículo marca en su odómetro tan solo 4.597 millas, aproximadamente 7.360 kilómetros, lo que garantiza un estado de conservación y originalidad excepcional respaldado por un historial completo.
La estética de esta versión rinde un homenaje directo al HUE 166, el Land Rover Series I de preproducción de 1947. Su carrocería luce el característico color Verde Grasmere metalizado en contraste con el techo en Blanco Alaska, una combinación que evoca los orígenes de la firma. Los detalles exteriores refuerzan su carácter nostálgico mediante una parrilla de estilo clásico, llantas de acero de alta resistencia pintadas en el color de la carrocería y bisagras en Plata Indus. Los gráficos HUE 166 en las aletas delanteras y las insignias de aluminio terminan de definir su identidad visual.
En el habitáculo, el aspecto tradicional del modelo se mezcla con acabados de mayor refinamiento técnico. El conductor se encuentra con un volante, palanca de cambios y freno de mano revestidos en cuero perforado, mientras que las salidas de aire y tiradores de las puertas presentan acabados en aluminio brillante. Los asientos, tapizados en tela Almond Resolve con logotipos Heritage, conviven con elementos funcionales como alfombrillas de goma y una consola central acolchada, pensados para mantener la usabilidad real del todoterreno.
La importancia de esta unidad es más que notable, dado que solo se asignaron 400 ejemplares de esta edición al Reino Unido y versiones similares con bajo kilometraje han alcanzado cifras de seis dígitos en subastas recientes. Edward Lovett, fundador de la plataforma Collecting Cars donde se aloja la venta, califica este coche como el «Heritage definitivo», al combinar la especificación de fábrica con la singularidad de ser el último de su estirpe.
