Volkswagen ha confirmado que la producción de este emblemático SUV cesará oficialmente en 2026, poniendo fin a un capítulo importante en su historia sin un sucesor directo en el horizonte. Esta decisión forma parte de un profundo reajuste estratégico en Wolfsburg, donde el foco se desplaza hacia vehículos de mayor volumen y rentabilidad.
Lanzado en 2002 como un proyecto ambicioso del entonces presidente Ferdinand Piëch, el Touareg nació junto a su hermano de plataforma, el Porsche Cayenne. Su objetivo era claro: elevar el prestigio de Volkswagen y competir en el lujoso mercado de los SUV. Durante sus casi 24 años de vida, el Touareg se consolidó como un referente de sofisticación, ofreciendo avanzadas capacidades todoterreno, tracción integral y potentes motorizaciones V6 y V8, compartiendo la plataforma MLB Evo con modelos de alta gama como el Audi Q7, el Bentley Bentayga y el Lamborghini Urus.
El hueco que deja el Touareg no quedará vacío. El Volkswagen Tayron, un SUV de enfoque más global y versátil, está destinado a tomar el relevo. Aunque se posiciona en un escalón inferior en cuanto a lujo, el Tayron responde mejor a las demandas actuales del mercado: ofrece una opción de tres filas de asientos, una notable capacidad de remolque de hasta 2.500 kg en su versión 2.0 TSI 4Motion, y un diseño más alineado con las tendencias globales, todo ello a un precio más accesible.
Volkswagen está racionalizando su catálogo para optimizar recursos. En esta línea, también ha anunciado el cese de producción del ID.5 para 2027. Este SUV eléctrico con silueta cupé, lanzado en 2021, no ha logrado alcanzar la popularidad de su hermano, el ID.4, y su retirada permitirá concentrar esfuerzos en modelos eléctricos de mayor demanda. Asimismo, los planes para un monovolumen eléctrico compacto que sucedería al Touran han quedado en suspenso, ya que la prioridad ahora es el desarrollo de proyectos clave como el futuro Volkswagen Golf eléctrico.
Vía: Autocar
