Prueba: BMW X1 25d xDrive (equipamiento, comportamiento, conclusión)

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Seguimos adelante con la prueba del BMW X1 25d. Un modelo que ha sido recientemente renovado para dejar atrás un modelo con luces y sombras y convertirlo en todo un referente en el segmento SUV.

Tras analizar en la primera parte de la prueba aspectos tan importantes como el  diseño, el habitáculo o la mecánica de este X1, abordamos esta segunda entrega para mostrarte el listado de precios y equipamientos con los que se puede adquirir en nuestro país.

Por supuesto no faltará  nuestra prueba de conducción en la que hemos disfrutado comprobando las cualidades dinámicas de una mecánica tan espacial como la 25d de 225 caballos y tracción total.

Equipamiento

El BMW X1 tiene un precio de partida de 30.950 euros, que se corresponde con la versión 16d sDrive de acceso a la gama con un motor diésel de 116 CV y tracción delantera. Si optamos por la versión objeto de la prueba, la 25d, el precio asciende hasta los 44.400 euros. Esta motorización está asociada a la caja de cambios automática de 8 velocidades y a la tracción a las cuatro ruedas.

De serie equipa, entre otros, elementos como luz diurna LED, faros antiniebla,  volante multifunción, climatizador bizona, retrovisores exteriores con regulación y plegado eléctricos, sensores de lluvia y luz, volante y palanca de cambios en cuero, conexiones USB y Aux, bluetooth con audio  en streaming, pantalla multifunción de 6,5 pulgadas y llantas de aleación de 17 pulgadas.

Dispone de cuatro acabados estéticos y de equipamiento en función de nuestros gustos, que son: Advantage -2.150 euros- con control de crucero con función de freno, sensores de aparcamiento traseros, navegador y faros full LED; Sport -3.950 euros- con lo anterior más llantas de 18 pulgadas, molduras y tapicería race específicas, asientos delanteros deportivos, paquete de iluminación y volante deportivo de cuero; xLine -3.950 euros- con llantas de 18 pulgadas, asientos con tapicería mixta tela-cuero, paquete de iluminación y molduras específicas y M Sport -4.852 euros- que añade kit deportivo de carrocería, llantas específicas de 18 pulgadas, tapicería de alcántara, control electrónico de suspensión, shadow line y asientos deportivos.

Prueba: BMW X1 25d xDrive (equipamiento, comportamiento, conclusión)

En el apartado de seguridad incluye 6 airbags, asistente de arranque en pendiente, indicador de presión de los neumáticos, control de estabilidad, control de frenada en curva, dos fijaciones ISOFIX en asientos traseros, llamada de emergencia automática en caso de accidente, etcétera.

Entre el extenso catálogo de elementos opcionales que se pueden instalar destacan la cámara de marcha atrás -473 euros-, navegador Plus con pantalla de 8,8 pulgadas -3.183 euros-, apertura eléctrica del maletero -579 euros-, techo solar panorámico -1.479 euros-, faros LED -1.171 euros- o tapicería de cuero ?Dakota? -1.881 euros-.

Comportamiento

Prueba: BMW X1 25d xDrive (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Bajo las siglas 25d xDrive de este X1 se esconde un modelo exclusivo, y su exclusividad se fundamenta en que es el único modelo del segmento que ofrece una versión diésel tan prestacional. No hay que dejarse engañar por su carrocería de todocamino, porque bajo esa apariencia se esconde una auténtica bomba capaz de sacarnos una sonrisa en una carretera de montaña plagada de curvas.

Dese los primeros kilómetros apreciamos una dirección dura, de tacto preciso y capaz de devolver bastante información al conductor dentro de las limitaciones de la asistencia electrónica. El motor es relativamente suave a bajas revoluciones, y la caja de cambios automática funciona sin tirones a baja velocidad y practicando saltos de relaciones de forma imperceptible para el conductor.

Prueba: BMW X1 25d xDrive (equipamiento, comportamiento, conclusión)

El X1 permite escoger entre tres tipos diferentes de conducción a escoger entre Comfort, Sport y Eco-Pro a través de un seleector junto a la palanca de cambios. Dependiendo de cuál seleccionemos varían parámetros como la dirección, la respuesta del acelerador, el funcionamiento de la caja de cambios y otros sistemas eléctricos que racionalizan su funcionamiento en pro de un menor consumo de combustible. En el modo Eco-Pro la caja de cambios se desacopla cuando no hay demanda de potencia a través del acelerador, para poder recorrer más metros con la inercia del propio vehículo. En BMW lo llaman ??modo de planeo?.

Con ese modo seleccionado y practicando una conducción eficiente se pueden lograr consumos cercanos a los 6 litros y medio en uso combinado; un litro inferior si circulamos por carretera a ritmos moderados y un litro y medio más si predomina la conducción urbana. En general el consumo es contenido si tenemos en cuanta la potencia disponible, pero no nos  engañemos, es un coche que invita a la conducción dinámica, y en esas circunstancias el consumo aumenta notablemente.

A cambio de un mayor consumo, este X1 nos ofrece unas sensaciones de conducción que no están al alcance de cualquier coche, y muchos se sorprenderían al comprobar lo lejos que están los límites de este coche cuando se le pone en apuros. Es un coche que mueve con agilidad sus 1.600 Kg de peso, con una excelente tracción y un buen paso por curva que no acusa de balanceos excesivos en cambios de apoyo continuados y que ofrece una gran adherencia, con pérdidas de tracción predecibles y bien gestionadas por los sistemas de seguridad.

Prueba: BMW X1 25d xDrive (equipamiento, comportamiento, conclusión)

En ciudad es un coche ágil y de dimensiones ideales para que su carrocería no sea un impedimento. Cuenta con buena visibilidad, aunque su línea de cintura alta hace muy recomendable la instalación de la cámara trasera. La única pega destacable es una dirección demasiado dura en parado, que incomoda en maniobras de aparcamiento.

Es un auténtico devorador de kilómetros, que permite llevar cruceros altos en autovía con una absoluta sensación de seguridad. En carreteras convencionales también destaca su potencia, que nos permite realizar adelantamientos en un parpadeo, lo que se convierte al instante en un importante aumento de seguridad activa. No obstante, y teniendo presentes nuestros límites de velocidad, hay que reconocer que serán contadas las ocasiones en que destaque esta motorización con respecto a, por ejemplo, la 20d de 190 CV.

Nuestra conducción fuera del asfalto se ha limitado a pistas de tierra en bastante buen estado, donde el X1 se comporta bien y con un aceptable grado de confort. La suspensión tiende a ser dura, y eso es algo que penaliza la circulación por este terreno, pero es el ajuste más acertado para quienes han optado por una motorización tan potente.

Conclusión

Prueba: BMW X1 25d xDrive (equipamiento, comportamiento, conclusión)

BMW ha dado en el clavo en la renovación del X1, ha conseguido dar un cambio estético radical olvidando las líneas poco consistentes de la primera generación y dotándolo de una presencia que lo acerca bastante a su hermano mayor, el X3. El habitáculo ha mejorado ostensiblemente su apariencia y calidad y sus nuevas mecánicas son un enorme acierto, por mucho que les pese a los incondicionales de la propulsión trasera, que no tiene razón de ser en un SUV de estas características.

Es un coche muy divertido de conducir, de reacciones nobles y con un motor realmente potente en todo el recorrido del cuentarevoluciones. Los consumos no son especialmente bajos, pero es un precio bajo a pagar a cambio de una mecánica tan capaz como la 25d.

El precio no es bajo, pero está en línea con sus competidores directos. Al igual que en el resto de modelos de la marca alemana, se observan carencias en el equipamiento de serie, sobre todo en versiones con un costo tan elevado, que hacen que el precio final se pueda disparar a base de opcionales.

BMW X1 25d xDrive

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