Prueba: Skoda Rapid Greenline 1.6 TDI 90 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Tras abordar aspectos como el diseño, el habitáculo y la mecánica del Skoda Rapid Greenline en la primera parte de la prueba, nos ponemos manos a la obra para completar el análisis a esta interesante berlina con la que Skoda ofrece mucho, a cambio de bastante poco.

Estamos hablando de un vehículo espacioso, ahorrador, con buenos acabados, y con una capacidad de carga impresionante para el segmento en el que se mueve, ¿qué más se le puede pedir?

En esta segunda entrega hablaremos sobre el equipamiento de serie y opcional del Greenline, así como su precio de venta. No faltará la prueba dinámica en la que te contamos de primera mano cómo se desenvuelve el Rapid en los distintos escenarios donde lo hemos podido poner a prueba.

Al final del artículo, podrás ver una extensa galería de fotos donde apreciar todos los detalles de este checo con espíritu alemán.

Equipamiento

El acabado Greenline tiene una dotación de serie algo escasa, que habrá que complementar con algún extra para conseguir una estética y acabados a la altura de las expectativas.

Incluye los paragolpes y diversos elementos en color de la carrocería, llantas de acero de 15 pulgadas con tapacubos, inserciones interiores en blanco piano, elevalunas eléctricos delanteros, 4 altavoces, aire acondicionado con regulación mecánica, cristales traseros tintados, faros antiniebla, frenos de disco en ambos ejes, start&stop con recuperación de energía, etcétera.

Prueba: Skoda Rapid Greenline 1.6 TDI 90 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Para completar la dotación de serie, deberemos acudir al catálogo de extras, que ofrece elementos como el ESP PLUS con indicador de presión de los neumáticos, asistente de arranque en pendiente y bloqueo electrónico del diferencial -130 euros-, volante de cuero de 4 radios -225 euros-, llantas de aleación de 15 pulgadas -365 euros-, retrovisores exteriores con ajuste eléctrico y térmicos -175 euros-, o el radio CD con MP3 -140 euros-.

Pese a que el equipamiento de serie tiene algunas lagunas, hay que reconocer que el precio de los extras no es elevado, lo que permite complementarlo sin un excesivo sobrecoste.

Prueba: Skoda Rapid Greenline 1.6 TDI 90 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

En el apartado de seguridad, el Rapid viene equipado con 4 airbags ??frontales y laterales-, 3 apoyacabezas posteriores, control de estabilidad ??ESC-, ABS, asistencia a la frenada -HBA-, control de tracción -ASR-, dos fijaciones ISOFIX, etcétera.

El precio de partida del Skoda Rapid Greenline es de 19.330 euros, que se convierten en 16.545 euros si le aplicamos los descuentos promocionales que la marca tiene vigentes en la actualidad, un precio muy competitivo.

Comportamiento

Prueba: Skoda Rapid Greenline 1.6 TDI 90 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

A los mandos del Rapid Greenline lo primero que hay que tener en cuenta es que ha sido diseñado con el propósito del consumo y las emisiones bajas. Esto lastra inevitablemente sus prestaciones, que aun así no son del todo malas, gracias a un peso bastante contenido.

Su motor diésel de 1,6 litros y 90 CV es capaz de mover con bastante soltura el conjunto, con una agilidad más que aceptable para un coche de sus dimensiones. La entrega de Par comienza desde la parte baja del cuentavueltas, y pese a su escasa potencia no da en absoluto la sensación de perezoso.

En ciudad el manejo es muy bueno; la dirección es suave, tiene buena visibilidad y sus dimensiones le permiten desenvolverse sin ningún problema por la urbe. En este escenario, es difícil ver el contador del consumo por encima de los 6 litros.

Prueba: Skoda Rapid Greenline 1.6 TDI 90 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

En carretera también se siente a gusto, con un aplomo propio de vehículos de mayor tamaño, y una comodidad que permite recorrer grandes distancias sin ningún problema. Las suspensiones son bastante firmes, que unidas a una dirección directa y precisa hacen que su manejo sea ejemplar.

El cambio de marchas de cinco relaciones funciona bastante bien, como ya dije en la primera parte de la prueba, su tacto es agradable y las transiciones entre marchas muy directas. Pese a no contar con una sexta velocidad, el desarrollo de la quinta hace que a 120 KM/H las revoluciones estén en la parte baja del cuentavueltas, lo que ayuda a contener el consumo de combustible.

Prueba: Skoda Rapid Greenline 1.6 TDI 90 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

En autovía a ritmos bajos, he conseguido consumos de 4 litros a los 100 km, un consumo excelente si se practica una conducción ecológica. La media de toda la prueba, alternando un 70% de carretera y un 30% de cuidad ha sido de 4,4 litros a los 100, cifras propias de un utilitario, que por supuesto no tiene ni el espacio, ni la capacidad de carga con las que cuenta el Skoda.

La potencia se queda algo corta para afrontar adelantamientos e incorporaciones de forma holgada, pero nada que no se pueda solucionar jugando con el cambio de marchas y conduciendo con la debida anticipación.

Conclusión

Prueba: Skoda Rapid Greenline 1.6 TDI 90 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Si hay que buscar un adjetivo que resuma todas las cualidades del Rapid Greenline, sería lógico. Tiene un precio competitivo, un habitáculo y maletero espaciosos y un consumo de combustible bajísimo. Prueba de esto es la gran cantidad de estos modelos que se pueden ver haciendo la función de Taxi, un gremio que compara entre muchos vehículos antes de decantarse por la compra de uno.

Es difícil encontrar pegas a este coche, que solo peca de un equipamiento algo escaso, un diseño poco innovador y unas pobres prestaciones, si bien todos los ??defectos? están ahí para que puedan existir sus virtudes.

Prueba: Skoda Rapid Greenline 1.6 TDI 90 CV (equipamiento, comportamiento, conclusión)

Cumple con creces con las necesidades de la mayoría de familias, y por poco dinero se puede complementar su equipamiento con los elementos que se echan en falta en la dotación de serie y configurar un vehículo muy completo. Es un vehículo para ser utilizado preferentemente por ciudad, aunque tenga cualidades para afrontar viajes de forma esporádica.

Las diferencias con su primo hermano de Seat, el Toledo, son puramente estéticas, ya que su precio y dotación son equiparables, por lo que el diseño será la motivación para decantarse por uno u otro vehículo.

Lo mejor:
– Consumo
– Precio
– Maletero

Lo peor:
– Prestaciones
– Lagunas de equipamiento
– Diseño

Skoda Rapid Greenline

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