Rolls-Royce celebra el centenario de su modelo más legendario con el Phantom Centenary Private Collection, una edición de 25 unidades que representa la colección más ambiciosa y compleja jamás producida por la firma británica. Desde su debut en 1925, el Phantom ha sido símbolo de distinción absoluta, y esta serie limitada condensa un siglo de historia en cada detalle mediante técnicas nunca antes aplicadas en la industria.
El exterior evoca la época dorada de Hollywood con una pintura bitono en Arctic White y Black, realzada por partículas de cristal triturado de color Champagne integradas en el barniz que generan un brillo iridiscente. El Spirit of Ecstasy se presenta en oro macizo de 18 quilates con recubrimiento de 24 quilates para resistir el paso del tiempo sin perder lustre, obra de un joyero londinense que ha replicado la estética original de 1925. Los emblemas RR en la parrilla y laterales también lucen oro de 24 quilates con esmalte blanco, mientras las llantas llevan 25 líneas concéntricas grabadas que marcan cada una de las unidades producidas.

El desarrollo ha requerido más de tres años y 40.000 horas de trabajo del Bespoke Collective, el equipo especializado en personalizaciones extremas de la marca. El resultado es un habitáculo que funciona como galería de arte móvil, con la tapicería trasera transformada en lienzo narrativo mediante tres capas superpuestas: fondos impresos en alta resolución con lugares históricos de la firma, ilustraciones detalladas de Phantoms emblemáticos y bordados abstractos que representan siete propietarios significativos de cada generación del modelo. Esta obra textil suma más de 160.000 puntadas ejecutadas artesanalmente en colaboración con un atelier de moda, con cada uno de los 45 paneles ajustados con precisión de sastrería.
La Anthology Gallery, ubicada tras el cristal del salpicadero, integra 50 láminas de aluminio cepillado dispuestas verticalmente como páginas de libro. Cada una contiene fragmentos de texto y citas de prensa que recorren 100 años de reconocimientos al Phantom, con iluminación dinámica que simula fuegos artificiales. Las puertas incorporan paneles de madera Blackwood con tres técnicas mundialmente inéditas en la historia de Rolls-Royce: marquetería 3D, impresión en tinta 3D y aplicación de pan de oro de 24 quilates que forma caminos dorados con textura táctil. Los asientos delanteros llevan grabados láser con bocetos que incluyen referencias al nombre en clave «Roger Rabbit» del Phantom de 2003 y a la gaviota del prototipo Phantom I de 1923.

El motor V12 de 6,75 litros y 571 CV recibe una cubierta especial en Arctic White con detalles en oro de 24 quilates, celebrando un siglo de ingeniería británica. El techo Starlight cuenta con 440.000 puntadas que recrean escenas históricas de la marca, desde Henry Royce bajo su morera en West Wittering hasta la Phantom Rose cultivada exclusivamente en Goodwood. El conjunto pesa 2,5 toneladas y reafirma al Phantom como referente inalcanzable del segmento de berlinas de representación, combinando legado centenario con técnicas artesanales que desafían los límites de la personalización automovilística.















