Volvo, una de las primeras marcas en apostar por la tecnología LiDAR para la conducción avanzada, ha dado un giro radical a su estrategia. La compañía sueca confirma que sus nuevos modelos eléctricos de alta gama, el EX90 y el ES90 de 2026, ya no contarán con este sensor, ni siquiera como opción, debido a una disputa contractual con su proveedor Luminar y problemas en la cadena de suministro.
El sensor LiDAR prometía ser los ojos del coche del futuro, emitiendo pulsos de luz infrarroja para detectar objetos con una precisión milimétrica, tanto de día como de noche. En el Volvo EX90, este sistema se ubicaba en una característica protuberancia sobre el parabrisas, aunque su eficacia podía verse limitada por lluvia intensa o niebla. Pese a ser seguro para la vista humana, su láser podía dañar los sensores de cámaras externas, como los de los teléfonos móviles, si se apuntaban directamente a él.

La decisión de Volvo revierte un plan clave, ya que el LiDAR pasó de ser equipamiento de serie a una opción, para ahora desaparecer por completo. La marca justifica el cambio para «satisfacer la demanda de los clientes» y «limitar la exposición al riesgo en la cadena de suministro», apuntando directamente al «incumplimiento de las obligaciones contractuales» por parte de Luminar Technologies.
A pesar de la ausencia de este importante sensor, Volvo asegura que sus coches mantienen un alto nivel de seguridad y asistencia al conductor gracias a su potente computación central y al resto de sensores avanzados como cámaras y radares. Sin embargo, desaparece la posibilidad de ampliar en el futuro las funciones de conducción autónoma que dependían del LiDAR. Como consecuencia estética, el diseño del techo queda más limpio sin el distintivo módulo del sensor.
La decisión ha provocado un conflicto abierto con Luminar. El proveedor estadounidense, que ya había presentado una reclamación por daños cuando el sensor pasó a ser opcional, se enfrenta ahora a la pérdida de su mayor cliente, un golpe que podría obligarle a reconsiderar sus alianzas en el sector e incluso algunos analistas ya hablan de que se enfrentarían a la bancarrota. Los clientes con pedidos actuales afectados serán contactados directamente por la marca para gestionar el cambio. Para el resto, esta medida subraya que, con o sin LiDAR, los sistemas de asistencia actuales no reemplazan la atención del conductor.





