El futuro de dos de las marcas más emblemáticas del automovilismo italiano pende de un hilo, pero una inesperada alianza podría ser la clave de su salvación. Alfa Romeo y Maserati, ambas bajo el paraguas de Stellantis, se preparan para unir fuerzas en una estrategia de supervivencia que podría redefinir su destino en el competitivo mercado actual.
Santo Ficili, quien ostenta el cargo de consejero delegado de ambas firmas, ha confirmado que existe un plan de reestructuración en desarrollo que aguarda la aprobación del nuevo CEO de Stellantis, Antonio Filosa, quien asumirá oficialmente el cargo el próximo 23 de junio. Esta colaboración no pretende ser una fusión completa, sino una estrategia inteligente de sinergias que permita a ambas marcas compartir plataformas y componentes manteniendo sus identidades distintivas.
La situación actual de ambas marcas es preocupante. Maserati ha experimentado un desplome catastrófico en sus ventas, cayendo un 57% hasta las apenas 11.300 unidades en 2024, cifras que la sitúan por debajo incluso de Lamborghini y Ferrari. Por su parte, Alfa Romeo tampoco atraviesa su mejor momento, con una caída estimada del 20% en sus ventas y importantes retrasos en el lanzamiento de la nueva generación del Stelvio.
El plan de Ficili abarca múltiples frentes estratégicos. Además del desarrollo conjunto de nuevos modelos, contempla cambios en la estructura organizativa, la optimización de la red de concesionarios y la reconversión de las plantas italianas. Esta aproximación integral busca reducir costes y acelerar el desarrollo de productos, aprovechando las fortalezas complementarias de ambas marcas: Alfa Romeo como firma premium deportiva y Maserati como marca de lujo.
La presión sobre estas marcas se ha intensificado debido a los aranceles impuestos por Donald Trump, que afectan especialmente a Maserati, cuyo 30% de las ventas procede del mercado estadounidense, frente al 15% de Alfa Romeo. Stellantis ha contratado incluso a la consultora McKinsey para desarrollar estrategias que mitiguen este impacto.
Los desafíos técnicos también complican el panorama. Alfa Romeo ha retrasado el lanzamiento de su nuevo Stelvio para incluir motorizaciones híbridas además de las eléctricas, un cambio que refleja la realidad del mercado actual. Mientras tanto, Maserati ha cancelado la versión eléctrica del MC20 ante la falta de demanda en el segmento de supercoches eléctricos.
Antonio Filosa, el nuevo timonel de Stellantis, tendrá en su mesa uno de los retos más complejos del grupo. Con su experiencia de 25 años en la industria y su conocimiento profundo de la compañía, deberá decidir si esta alianza italiana puede realmente revertir la tendencia negativa. El tiempo apremia, ya que Stellantis otorgó a sus 14 marcas una década para demostrar su viabilidad, periodo que comenzó en 2021. Para estas dos joyas del automovilismo italiano, la colaboración no es solo una opción estratégica, sino una necesidad existencial.
