BMW no descarta un deportivo eléctrico sobre la nueva arquitectura Neue Klasse, y lo considera “factible” según su responsable de desarrollo, Joachim Post. La idea sería cubrir el hueco que dejará el Z4 cuando su producción termine en la primera mitad del próximo año, repartiendo además parte de la inversión de 18.000 millones de dólares (unos 16.700 millones de euros) en un modelo más.
La familia Neue Klasse estrena un lenguaje de diseño, equipamiento y tecnología de nueva generación y, en el caso de los coches eléctricos compactos y medianos, se apoya en una plataforma concebida desde cero para baterías. El primer exponente es el nuevo iX3, que inaugura unas bases con las que BMW pretende acelerar el despliegue: Post habla de extender la tecnología en dos años a 40 derivados, apalancando escalabilidad para que el caso de negocio cuadre.
Con respecto a si esta base podría dar lugar a un deportivo: Post fue conciso: “es factible”. No aclaró si BMW abordaría el proyecto en solitario tras años de cooperación con socios (el Z4 actual compartió desarrollo con Toyota y su Supra), pero sí subrayó la filosofía modular de la casa: unidades de control electrónico, celdas de batería y otros componentes comunes, integrados en paquetes distintos según segmento. Esa estrategia, insiste, es la que permite ir rápido y contener costes.
En julio de 2024 se cazó a un coupé biplaza pequeño y estilizado con rasgos Neue Klasse y camuflaje oficial, pero no volvió a verse en carretera ni en circuito privado, y la marca no comentó las imágenes. También han circulado recreaciones de un hipotético Z4 con la nueva estética, firmadas por el diseñador Luca Serafini, que ayudan a imaginar el encaje del concepto en esta era.
El contexto interno ha sido volátil. De acuerdo a informaciones de BMW Blog, a finales de 2024 un superdeportivo eléctrico de BMW estuvo “a un paso” de aprobarse antes de ser aparcado por dudas sobre la demanda, la rentabilidad y la viabilidad técnica. No sería la primera vez: el i16, planteado en 2020 como heredero del i8 con carrocería nueva sobre su estructura compuesta, llegó a estar “al 95%” según el historiador Steve Saxty, con un sistema híbrido enchufable de cuatro cilindros y más de 450 kW, pero el proyecto se detuvo.
En el contexto actual del mercado, mientras BMW explora cómo escalar su tecnología, otros como Porsche han decidido mantener los motores de combustión en el 718 y cancelar un SUV eléctrico.