BYD presentará a finales de octubre en el Salón de Tokio su primer coche eléctrico diseñado expresamente para cumplir la normativa japonesa de Kei Cars, vehículos urbanos ultracompactos que destacan por su acceso económico y tamaño contenido. El modelo, del que ya circula un teaser oficial, podría saltar pronto a Europa como E-Car, categoría que la Unión Europea está a punto de introducir legalmente con requisitos similares a los japoneses: hasta 3,8 metros de longitud, 70 CV de potencia y menos de 1.000 kg con batería incluida.
El diseño recupera las líneas rectas y el formato en caja característico de los Kei Cars clásicos de Mitsubishi o Nissan, pero aprovecha las ventajas de la arquitectura eléctrica para optimizar el espacio. Al prescindir del motor térmico, el voladizo delantero se reduce al mínimo, empujando los ejes hacia adelante y alargando la batalla para ganar habitabilidad interior. El resultado es un habitáculo sorprendentemente amplio para un coche de su categoría, reforzado por unas puertas traseras correderas que facilitan el acceso en plazas de aparcamiento estrechas.
El aspecto exterior combina ventanas amplias, un techo de diseño flotante con pilar D separado visualmente y faros delanteros y traseros en forma de anillo que aportan personalidad contemporánea. Las manetas de las puertas se integran en el centro del lateral, detalle que confirma la apertura corredera en el eje posterior y simplifica el acceso a personas con movilidad reducida o familias con niños pequeños.
En el interior, BYD mantiene la configuración funcional de modelos como el Dolphin Surf: volante de tres radios con calefacción, cuadro de instrumentos digital completo y pantalla flotante en la consola central. El parabrisas incorpora una ventanilla triangular en el pilar A y la disposición horizontal del salpicadero refuerza la sensación de amplitud en un espacio ya de por sí generoso para las cotas exteriores.
La mecánica apuesta por una batería Blade de 20 kWh que entrega 180 kilómetros de autonomía WLTC, cifra más que suficiente para desplazamientos urbanos diarios que raramente superan los 30 kilómetros. El precio estimado rondaría los 15.000 euros antes de incentivos, posicionándose por debajo del Dolphin Surf.