Mercedes-Benz ha dado marcha atrás a su decisión inicial y mantendrá el Clase A en su gama. El compacto, que parecía destinado a desaparecer en 2026, ahora permanecerá hasta 2028 y tendrá una nueva generación basada en la revolucionaria plataforma MMA. La fuerte demanda y su papel como puerta de entrada a la marca han motivado este cambio de rumbo.
Matthias Geisen, director de ventas, ha sido claro al respecto: «El Clase A es un vehículo muy importante para nosotros y goza de una gran demanda». Su función como modelo de iniciación resulta clave para atraer nuevos clientes al universo Mercedes, algo que la marca no estaba dispuesta a sacrificar. La decisión llega tras comprobar que este hatchback premium sigue siendo un bestseller rentable.
La plataforma MMA representa un salto tecnológico considerable. Diseñada con filosofía «electric first», ya ha demostrado su potencial en el nuevo CLA. Su arquitectura de 800 voltios permite una carga rápida de hasta 320 kW, completando del 10 al 80% de batería en apenas 22 minutos. Estas cifras sitúan a Mercedes en la vanguardia de la recarga ultrarrápida, superando los estándares actuales del segmento compacto premium.
El futuro Clase A eléctrico se enfrentará directamente al BMW i1, que llegará con la nueva plataforma Neue Klasse. Esta rivalidad alemana se intensifica mientras Audi adopta una estrategia diferente, apostando por el crossover Q2 e-tron con arquitectura de 400 voltios en lugar de priorizar un A3 eléctrico.
La llegada del Clase A eléctrico está prevista para finales de década, después de que Mercedes actualice los GLA y GLB, que actualmente tienen preferencia en la planificación.