Citroën recupera la esencia del monovolumen con el ELO Concept, un prototipo eléctrico que condensa espacio, modularidad y espíritu aventurero en apenas 4,10 metros de longitud. El nombre resume su filosofía: descanso, ocio y trabajo (rESt-pLay-wOrk), tres facetas cotidianas que este concept car quiere integrar en un único habitáculo sobre ruedas. Heredero directo del OLI, el ELO busca devolver creatividad y originalidad a la marca francesa con soluciones prácticas y un enfoque claramente orientado al aire libre.
Este diseño empleado maximiza el volumen interior sin comprometer unas dimensiones exteriores urbanas. Las superficies acristaladas suman 4,5 metros cuadrados entre parabrisas, techo y grandes ventanales laterales, creando un habitáculo inundado de luz natural. Los cristales son planos o ligeramente curvados, una decisión heredada del OLI que abarata fabricación y reduce peso. Las puertas correderas sin pilar central liberan un hueco de acceso de 1,92 metros, prácticamente como entrar en una sala móvil. En la zaga, un portón de dos hojas asimétricas inspirado en vehículos comerciales remata un conjunto donde incluso los paragolpes delantero y trasero son idénticos, fabricados en polipropileno expandado para facilitar reparaciones.

El interior del ELO desarrolla el concepto C‑Zen Lounge hasta sus últimas consecuencias. El habitáculo ofrece seis plazas reales distribuidas en dos filas (3+3), con el asiento del conductor en posición central elevada. Este puesto puede girar 360 grados y convertirse en «asiento de capitán» para trabajar contemplando el paisaje exterior. Las dos plazas laterales de primera fila se desmontan y guardan cuando no se necesitan, mientras que los tres asientos traseros tipo «tableta de chocolate» pueden plegarse, extraerse y usarse como banquetas de picnic fuera del coche. Con los respaldos abatidos, el suelo completamente plano admite dos colchonetas suspendidas del techo para dormir como en una camper.

La colaboración con Decathlon va mucho más allá del mero apoyo técnico. La marca deportiva ha aportado materiales Dropstitch para las camas plegables y múltiples soluciones outdoor, como un toldo que se sostiene con las puertas abiertas. Goodyear contribuye con neumáticos inteligentes capaces de medir presión en tiempo real mediante un sistema LED visible desde el exterior, pensados además para circular fuera del asfalto. El techo incluye un módulo tipo «jirafa» que se abre para transportar objetos largos o simplemente contemplar el cielo. Los guardabarros incorporan zonas planas para apoyar equipamiento durante actividades al aire libre.

El ELO prescinde del salpicadero tradicional. Los datos de conducción se proyectan sobre una banda transparente que recorre la base del parabrisas, evolución de la Smartband del OLI. El volante monobrazo, guiño a los Citroën de los años 50 a 90, monta dos joysticks para controlar funciones secundarias. Los pocos botones físicos (arranque, warnings) quedan relegados a la columna de dirección. Como en el AMI y versiones de acceso del C3, el usuario puede emplear su propio smartphone como sistema de infoentretenimiento, simplificando costes y actualizaciones.
Xavier Chardon, CEO de Citroën, subraya que el ELO «transmite nuestra visión de lo que Citroën debería ser: creativo, audaz, accesible, responsable e ingenioso». De momento, la marca no confirma producción en serie, pero adelanta que parte del diseño y soluciones del concept llegarán a futuros coches de calle. Mientras tanto, el C3 Aircross sigue siendo lo más cercano dentro del catálogo actual a esta filosofía de espacio optimizado y versatilidad.
































