El nuevo BMW M2 CS ha llegado para reclamar su trono, y lo ha hecho de la manera más contundente posible: destrozando el cronómetro en el Nürburgring Nordschleife. Con un tiempo oficial de 7 minutos y 25,5 segundos, este coche se ha coronado como el compacto más rápido en el legendario Infierno Verde. La hazaña, lograda por el ingeniero de desarrollo de BMW M, Jörg Weidinger, no solo pulveriza en ocho segundos el récord anterior, sino que también rebaja en unos espectaculares trece segundos el tiempo del M2 estándar. Curiosamente, este hito se consiguió el 11 de abril de 2025, semanas antes de que el coche fuera presentado oficialmente al mundo.
Para alcanzar semejante nivel de rendimiento, BMW M ha perfeccionado la fórmula del G87. El corazón de la bestia es el conocido motor de seis cilindros en línea y 3.0 litros con doble turbo, pero potenciado para entregar unos impresionantes 523 caballos y 650 Nm de par. Este incremento de 50 CV y 50 Nm respecto al M2 convencional se traduce en una capacidad de propulsión abrumadora. A pesar de su peso, los ingenieros han logrado reducir la masa en unos 30 kilogramos gracias al uso intensivo de componentes en fibra de carbono y llantas forjadas. El resultado es una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 3,8 segundos y una velocidad máxima limitada a 302 km/h.
Conviene recordar que el M2 CS está disponible exclusivamente con una transmisión automática de ocho velocidades. Aunque algunos puristas echen de menos el cambio manual, la decisión parece no haber afectado al interés del mercado. De hecho, BMW ha confirmado una «enorme demanda» para el coche, superior a las expectativas, lo que ha obligado a la compañía a aumentar la producción asignada a mercados clave como Estados Unidos, Alemania y China.