El Ford Fiesta, despedido de los concesionarios hace menos de dos años, podría estar preparándose para un regreso sorprendente al mercado. Sin embargo, esta vez su motor no haría uso de gasolina o diésel, sino con electricidad pura gracias a una colaboración cada vez más estrecha con Volkswagen.
La alianza entre estos dos gigantes ya ha dado frutos significativos con modelos como el Explorer EV y el Capri, ambos construidos sobre la plataforma MEB de Volkswagen, la misma que utiliza el fabricante alemán para sus ID.4 e ID.5. Ahora, todos los indicios apuntan a que Ford podría aprovechar la arquitectura MEB Entry, diseñada para vehículos más compactos, para resucitar al querido Fiesta en formato eléctrico.
Lo que hace especialmente viable esta posibilidad es la sorprendente similitud entre ambos modelos. El concepto ID.2all de Volkswagen mide apenas 18 milímetros más que el último Fiesta producido y comparte la misma disposición de cinco puertas, convirtiéndose en el candidato ideal para servir como base de un futuro utilitario eléctrico de Ford.
Martin Sander, actual responsable de ventas y marketing de Volkswagen y antiguo ejecutivo de Ford Europa, ha calificado la colaboración entre ambas marcas como «muy, muy, muy exitosa», sugiriendo que existe apertura para compartir tecnologías de manera similar en futuros proyectos. Estas declaraciones han avivado las especulaciones sobre un inminente renacimiento del Fiesta.
La última planta que fabricó el Fiesta, situada en Colonia, recibió una inversión de 2.000 millones de dólares para transformarse en el primer centro de producción con neutralidad en carbono de Ford a nivel mundial. Esta instalación ya está fabricando los modelos Explorer y Capri eléctricos, lo que facilitaría la producción de un hipotético Fiesta eléctrico.
Pese a que Ford mantiene silencio oficial sobre estos planes, la compañía desarrolla paralelamente otras iniciativas en el ámbito de la electrificación. Un equipo especializado trabaja en California en el diseño de un coche eléctrico asequible, con un precio inferior a los 25.000 euros, que podría incorporar baterías de fosfato de hierro y litio, reconocidas por su durabilidad y ventajas económicas.
Vía: Autoexpress