El Toyota Supra, ese icono que ha encendido pasiones durante décadas, se despide de su quinta generación con la edición Final Edition en 2026, cerrando así un ciclo de seis años que ha dejado huella en la historia reciente de los deportivos japoneses. Esta versión de despedida, limitada a tan solo 1.300 unidades a nivel mundial (900 reservadas para Estados Unidos), mantiene la esencia pura del Supra: bajo el capó, un seis cilindros en línea de 3.0 litros que entrega 382 CV y 498 Nm de par, gestionados por una caja manual de seis marchas o una automática de ocho relaciones. El toque exclusivo lo ponen detalles como las llantas de 19 pulgadas en negro mate, el alerón trasero en fibra de carbono y colores inéditos como el vibrante Mikan Blast.
Sin embargo, los verdaderos aficionados no deben caer en la nostalgia ni temer una larga travesía por el desierto como la que siguió al adiós del mítico Mk4 en 1998. Toyota ha dejado claro que el Supra no desaparecerá del imaginario colectivo ni de los concesionarios por mucho tiempo. Cooper Ericksen, vicepresidente de planificación de producto en Toyota Norteamérica, ha confirmado que la intención es que el salto generacional sea mucho más breve que los 17 años que separaron al Mk4 del Mk5. Aunque aún no hay fecha concreta ni detalles técnicos confirmados, la marca trabaja para que la espera sea lo más corta posible.
El futuro del Supra, eso sí, viene cargado de incógnitas y promesas. Por un lado, la colaboración con BMW que dio vida al actual modelo (compartiendo plataforma y corazón con el Z4) llega a su fin, lo que abre la puerta a un desarrollo más independiente y, quizás, a una mayor personalidad propia en la próxima generación. No se descarta que Toyota explore nuevas alianzas, incluso con otras marcas japonesas como Mazda, que también planea el regreso de su RX, aunque por ahora no hay acuerdos cerrados.
En cuanto a la tecnología, todo apunta a que el próximo Supra podría abrazar la electrificación, ya sea mediante sistemas híbridos avanzados o incluso una versión totalmente eléctrica, en línea con la apuesta automovilística global por las nuevas normativas de emisiones. Los rumores apuntan a 2027 como posible año de lanzamiento, con la promesa de una plataforma completamente nueva y, quizá, un sistema de propulsión híbrido de cuatro cilindros, aunque la marca mantiene el secreto sobre los detalles definitivos.
Mientras tanto, Toyota no descuida a los amantes de la deportividad: la familia GR sigue creciendo con modelos como el GR Yaris, GR Corolla y GR86, y no se descarta que nombres legendarios como Celica o MR2 vuelvan a rugir en los próximos años.
Vía: MotorTrend