BYD ha anunciado una ampliación significativa de la garantía de su Blade Battery, que pasa de 200.000 a 250.000 kilómetros o ocho años, manteniendo un estado de salud mínimo del 70%. La medida destaca por su carácter retroactivo: todos los propietarios actuales de modelos enchufables de la marca, tanto eléctricos puros como híbridos enchufables, se benefician automáticamente de esta extensión sin necesidad de trámite alguno. La decisión refuerza la confianza del fabricante chino en su tecnología insignia, presente ya en los 12 modelos que comercializa en España.
Tecnología probada y cifras récord
La Blade Battery utiliza química de litio-ferrofosfato (LFP) con un diseño libre de módulos en el que las celdas, alargadas y finas como cuchillas, se integran directamente en el pack aprovechando mejor el espacio disponible. Esta arquitectura alcanza una densidad energética volumétrica de hasta 450 Wh/L y permite autonomías destacadas, como los 570 kilómetros del BYD Seal en versión Design. BYD estima que sus baterías superan los 3.000 ciclos de carga y descarga, lo que equivale a más de 1,2 millones de kilómetros de vida útil.

La tecnología prescinde de materias primas críticas como níquel y cobalto, reduciendo costes y dependencia de materiales preciosos. Además, incorpora un módulo de control con tecnología MOSFET de carburo de silicio que reduce las pérdidas de energía en un 87% y aumenta la autonomía hasta un 10%, garantizando rendimiento desde -35 ºC hasta 55 ºC.
Seguridad extrema y pruebas exigentes
Las baterías LFP de BYD han demostrado índices de seguridad superiores en ensayos como el nail penetration test, durante el cual la temperatura superficial se mantuvo por debajo de 60 ºC, diez veces menos que una batería convencional. El paquete se ha sometido además a pruebas de sobrecarga del 260%, ensayos en horno a más de 300 ºC, aplastamiento, inmersión en agua salada y caídas de altura.
El resto de coberturas permanece sin cambios: la garantía anticorrosión continúa en 12 años sin límite de kilometraje, la unidad de tracción (que incluye el sistema de propulsión y su controlador) se mantiene en ocho años o 150.000 kilómetros, y la garantía general del vehículo conserva los seis años o 150.000 kilómetros. Para usuarios que recorren entre 20.000 y 30.000 kilómetros anuales, esta ampliación supone cobertura efectiva durante toda la vida útil típica del coche antes de su renovación natural.





