Luca de Meo abandona Renault y cambia por completo de sector: ¿y ahora qué?

Luca de Meo, considerado uno de los grandes visionarios de la industria automovilística europea, ha decidido poner fin a una etapa que ha marcado un antes y un después en el rumbo de Renault. Su salida, que será efectiva el próximo 15 de julio, ha sorprendido a propios y extraños, no solo por el momento dulce que atraviesa la marca francesa tras su gestión, sino por el giro radical que supone en la trayectoria de un directivo que ha dejado huella en cada compañía por la que ha pasado.

De Meo aterrizó en Renault en 2020 procedente de SEAT, donde ya había demostrado su capacidad para transformar marcas: relanzó el Fiat 500 y Abarth en Fiat, creó Cupra en SEAT y devolvió a la firma española a la senda de los beneficios. En Renault, su reto era mayúsculo: la empresa estaba desorientada tras la caída de Carlos Ghosn y una alianza con Nissan en proceso de desintegración. En apenas cinco años, De Meo diseñó una reestructuración profunda, dividiendo el grupo en ramas más ágiles y especializadas, como Ampere para la electrificación, Horse para motores, y revitalizando Dacia y Alpine. El resultado: Renault recuperó su rentabilidad, consolidó una gama de productos innovadora y sentó las bases para una nueva era de movilidad sostenible.

El plan “Renaulution” fue el eje de su mandato, priorizando la rentabilidad sobre el volumen y apostando por la electrificación y la diferenciación de sus marcas. Bajo su batuta, la compañía no solo mejoró sus márgenes, sino que volvió a ser relevante en segmentos estratégicos y reforzó su imagen de marca, logrando incluso que modelos como el nuevo Renault 5 se convirtieran en iconos de la transición eléctrica.

Pero, ¿qué ha motivado la marcha de De Meo en el momento álgido de su proyecto? Las razones, aunque envueltas en cierta discreción, parecen claras: el directivo italiano ha decidido aceptar un reto fuera del sector automovilístico, concretamente al frente del grupo de lujo Kering, propietario de firmas como Gucci, Yves Saint Laurent o Balenciaga. Según fuentes cercanas y medios como Le Figaro, la oferta de Kering, que busca separar las funciones de presidente y consejero delegado, ha sido determinante para que De Meo opte por un cambio de sector y de ritmo, abandonando el sector de la automoción por el universo del lujo.

Este movimiento deja a Renault en una posición sólida, con una hoja de ruta clara y un equipo directivo preparado para continuar la transformación iniciada. El Consejo de Administración ha activado ya el plan de sucesión, confiando en que la inercia de los proyectos y la cultura de innovación instaurada por De Meo se mantendrán en la nueva etapa.

Para los aficionados al motor, la marcha de Luca de Meo supone el adiós (al menos temporal) de uno de los grandes referentes del sector. ¿Y ahora qué? todavía no sabemos cuál podría ser el candidato en sucederle, pero como comentábamos, todo parece indicar que esa persona seguirá la hoja de ruta ya marcada.

También podría interesarte

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí