Porsche destapa el interior del nuevo Cayenne Electric antes de su presentación, con un “Flow Display” curvado que convierte el salpicadero en un escaparate OLED y marca el rumbo de los próximos modelos de la marca. El estreno completo llegará a finales de 2025.
El protagonismo recae en la Flow Display, una gran pantalla OLED curvada integrada en la consola central, acompañada por un cuadro digital OLED de 14,25 pulgadas, una pantalla opcional de 14,9 pulgadas para el pasajero y un Head‑up Display de realidad aumentada equivalente a 87 pulgadas. Pese al enfoque digital, Porsche mantiene mandos físicos para temperatura, ventilación y volumen, mientras suma llave digital compartible con hasta siete usuarios y un asistente de voz con IA de nueva generación.
La personalización da un salto con 13 combinaciones de color para el habitáculo, cuatro paquetes interiores, cinco packs de acentos y cinco temas digitales, además de los nuevos Mood Modes que coordinan luz ambiental, climatización, sonido y asientos. En materiales, se anuncian cueros en Magnesium Grey, Lavender y Sage Grey, y una opción sin cuero Race‑Tex con tejido Pepita que guiña a la herencia de la marca.
El confort se apoya en asientos traseros con ajuste eléctrico de serie, calefacción de superficie en reposabrazos y paneles de puerta, y el mayor techo de cristal jamás visto en un Porsche, con zona delantera deslizante y control de luz variable en modos claro, semitransparente o mate. Para quien busque algo realmente único, Porsche Exclusive Manufaktur y el programa Sonderwunsch permiten encargos a medida con acabados “one‑off”.
El Cayenne Electric llegará en carrocerías SUV y Coupé, y su buque insignia superará los 1.000 CV, por encima de los 730 CV del actual Turbo S E‑Hybrid de combustión. La batería será de 113 kWh con carga rápida de hasta 400 kW, además de carga inalámbrica inductiva de 11 kW para casa (opcional).
