Lewis Hamilton ha dado un auténtico golpe de autoridad en Melbourne dejando claro quién manda en la Fórmula 1. Los esperados cavallinos de Ferrari han fallado rotundamente en el momento menos oportuno, BMW ha estado muchísimo mejor de lo que todos esperábamos, y Renault… en su línea.
Como se esperaba por aquí, Kovalainen no ha aguantado todo el empuje del McLaren y se ha visto superado por Robert Kubica, al menos en la clasificación. Todos han estado muy cerca de sí, exceptuando a Hamilton que literalmente ha volado. ¿Qué nos queda?
Fernando Alonso ha acabado undécimo por problemas con el diferencial -o eso dicen-, y aunque podrá elegir la carga de gasolina que quiera, tendrá que ir medianamente ligero si quiere ir más arriba, porque este año no tiene un coche con el que poder permitirse tal lujo. Kimi Raikkonen, sin embargo, saldrá desde el decimosexto puesto por quedarse parado a finales de la Q1. A diferencia del español, el finlandés sí que podrá permitirse el lujo de ir bastante cargado, y es muy posible que entre en los puntos.
Ahora queda esperar para ver qué carga de carburante llevan, porque se especula con que los BMW van muy ligeros, especialmente Kubica. De todas formas el salto que han dado ha sido espectacular, y es más que seguro que a lo largo de la temporada estarán ahí, luchando por podios.
Dentro de 18 horas, sabremos cómo acaba todo esto.
