Mercedes-Benz Clase G 2018: Manteniendo las señas de identidad

Finalmente ya podemos conocer en detalle la nueva generación del Mercedes Clase G 2018, que pese a lo que pueda sugerirte su aspecto extremadamente conservador, es un modelo totalmente nuevo con el que se ha pretendido respetar al máximo posible todas las claves que han hecho de él un éxito durante los últimos 40 años. Hasta han conservado el chasis de largueros y travesaños con tres diferenciales bloqueables y reductora, por lo que no te preocupes por sus capacidades off-road, que seguirán siendo tan buenas como siempre lo han sido.

Mercedes-Benz Clase G 2018: Estética conservadora

¿Todo cambia para que nada cambie? El Clase G 2018 continúa manteniendo esas características formas cuadriculadas con las bisagras visibles, rueda de repuesto sobre el portón trasero o los intermitentes externos.

Sin embargo, poniendo el ojo más en detalle, podemos ver como los faros ahora son de LED y cuentan con un dibujo circular de la luz, además de otros pequeños cambios realizados en la carrocería.

Mercedes-Benz Clase G 2018: ¿Qué novedades hay en el interior?

Este es el cambio apreciable a simple vista más notable que encontramos en este salto generacional, donde pese a seguir contando con un salpicadero vertical, se ha renovado por completo, mostrándose ahora mucho más moderno además de respetar el asidero frontal para el copiloto y los de las puertas pero introduciendo un torrente de tecnologías nuevas que ayuden en la conducción.

Mercedes-Benz Clase G 2018: Manteniendo las señas de identidad

De serie cuenta con un cuadro de relojes analógico, pero en opción podremos optar pro una instrumentación digital formada por una pantalla de 12,3 pulgadas que se aposenta justo al lado de potra del mismo tamaño -están unidas por el mismo cristal- tal y como sucede en los Clase E y S, en las cuales una se encarga de la instrumentaicón y ordenador de a bordo y la otra del sistema de infoentretenimiento y navegación.

El manejo del sistema de infoentretenimiento se realiza mediante el mando ubicado en el reposabrazos central que reconoce los gestos y dibujos para poder manejar las diferentes funciones de dicho sistema. Mercedes destaca también la ganancia en las cotas interiores, donde los asientos delanteros ahora tienen mayor espacio para las piernas, hombros y codos, extensible también a los ocupantes de las plazas traseras.

Más grande, pero también ligero

Pese al aumento de cotas exteriores donde ahora es 53 mm más largo y 121 mm más ancho -que es lo que ha permitido también mejorar sus cotas del interior-, es más ligero gracias a la adopción del capó, aletas y puertas de aluminio. En concreto, es 170 kilogramos más ligero que la generación a la que sustituye.

Mercedes-Benz Clase G 2018: Manteniendo las señas de identidad

La suspensión delantera ahora es independiente de trapecio articulado (hasta la fecha era rígido), manteniendo eso sí el eje rígido atrás. El sentido de este cambio es el de poder maximizar sus cualidades tanto dentro (logrando un amyor confort) como fuera del asfalto.

Sólo un único motor (de momento)

Por el momento aterriza únicamente con la versión G 500 a la que le corresponde el motor V8 de 4 liros biturbo de 422 CV de potencia y 610 Nm de par máximo, asociado a una caja de cambios automática de 9 relaciones (9G-Tronic) de convertidor de par. Tiempo después, llegarán opciones diésel y cómo no, las variantes AMG que harán las delicias de los países de Oriente Medio.

Naturalmente, la tracción 4Matic es de serie, y además cuenta con el elector de modos de conducción Dynamic Select en el que el conductor podrá elegir entre los programas Comfort, Sport, Individual o Eco.

Se espera que las primeras unidades lleguen al mercado en el mes de Mayo con unos precios de partida que deberían rondar los 95.000 euros.

 

Mercedes-Benz Clase G 2018

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