Alpine ha decidido apostar por el futuro con una transformación radical de su filosofía. La marca francesa, célebre por su herencia deportiva, se prepara para dar un paso decisivo hacia la electrificación con la tercera generación del emblemático A110, que llegará en 2026 como un vehículo 100% eléctrico.
Esta metamorfosis no es casualidad, sino parte de una estrategia ambiciosa que contempla siete modelos eléctricos hasta 2030. El nuevo A110 se erigirá sobre la plataforma APP (Alpine Performance Platform), una arquitectura específicamente diseñada para deportivos eléctricos y fabricada en aluminio extruido en las instalaciones de Dieppe. Esta base tecnológica promete ser el corazón de futuros superdeportivos y SUV eléctricos de mayor envergadura.
Lo que verdaderamente sorprende es la promesa de los ingenieros franceses: el A110 eléctrico será más ligero que sus rivales de combustión, fijando como objetivo mantenerse por debajo de los 1.450 kg del Porsche Cayman de gasolina. Esta cifra representa todo un desafío técnico, considerando que el actual A110 de combustión pesa apenas 1.102 kg. Para lograrlo, Alpine ha desarrollado soluciones innovadoras que desafían las convenciones del diseño automovilístico.
La clave reside en la configuración de la propulsión eléctrica. En lugar de motores centrales tradicionales, el A110 integrará dos motores eléctricos directamente en las ruedas traseras, una tecnología heredada del salvaje Renault 5 Turbo 3E. Esta disposición no solo optimiza el espacio disponible, sino que permite implementar un sofisticado sistema de vectorización de par que mejorará notablemente el comportamiento dinámico. Para quienes busquen tracción integral, existirá una versión con tres motores, añadiendo una unidad delantera más compacta y ligera.
La gestión energética será otro de los puntos fuertes del proyecto. Con una arquitectura de 800 voltios, el vehículo promete una autonomía de 600 kilómetros y capacidades de carga ultrarrápida de hasta 350 kW. Las baterías, de muy alta densidad energética, se distribuirán estratégicamente: un pack frontal detrás del eje y otro tras los asientos, garantizando un reparto de pesos perfecto sin comprometer la silueta característica del deportivo francés.
Philippe Krief, CEO de Alpine, ha confirmado que el nuevo modelo conservará el alma del A110 original, manteniendo una altura inferior a 1,30 metros. El diseño será evolutivo, respetando elementos icónicos como los cuatro faros delanteros, aunque con una firma lumínica hexagonal actualizada. La gama incluirá tanto la variante coupé como roadster, perpetuando la tradición de versatilidad de la marca.
Vía: Autocar