Antes de que tachéis al autor (en este caso autores) de esta obra de hereje, os pediría que leáis antes la historia. El Porsche 912 era básicamente un 911 barato, propulsado por un motor de bóxer de cuatro cilindros y 90 CV y cuya producción duró desde 1965 hasta 1969.
El 912 de las fotos que recibió este curioso cambio de propulsor había roto motor, y en lugar de hacer lo que se suele hacer comunmente ante este tipo de situaciones, que es ir de desguace en desguace buscando un propulsor de un 912 donante, estos dos ciudadanos alemanes -Jens Broedersdorff- y -Uwe Koenzen- decidieron instalarle un motor eléctrico, reemplazando al de gasolina que tenía, y haciendo así un 912 totalmente eléctrico. Esta es la principal razón por la que al principio os pedía que continuarais leyendo en el primer párrafo.
Con el motor eléctrico, es capaz de alcanzar los 160 Km/h y tener una autonomía de 90 Km circulando a una velocidad media de 100 Km/h. Sin duda, son unas cifras muy aceptables si tenemos en cuenta las prestaciones con las que suelen contar los pocos vehículos eléctricos que se fabrican en masa hoy en día.
Las baterías pesan 400 kg y en total, el 912 eléctrico pesa ahora 820 kg. La recarga de las baterías se realiza conéctandolo a la red eléctrica del garaje, y una carga ronda la cifra de 4 euros.
Vía: Der Spiegel y MotorFull
