Prueba: Peugeot RCZ 1.6 THP 156 CV (diseño, habitáculo, mecánica)

Esta pasada semana tuvimos ocasión de poder volver a probar uno de los modelos más atractivos estéticamente de la gama actual de Peugeot. Estamos hablando del RCZ, un coupé 2+2 de tracción delantera que hace unos meses recibió un lavado de cara. La unidad que probamos anteriormente contaba con el mismo propulsor –1.6 THP de 156 CV-, sin embargo, era pre-restyling. Por ello, voy a dar mi punto de vista sobre el modelo y comentar además los cambios producidos en el restyling.

El RCZ inició su andadura en el mercado en el año 2010. A día de hoy, se han comercializado ya más de 50.000 unidades del mismo, produciéndose únicamente en la factoría del grupo PSA en Graz (Austria).

Sus rivales naturales son modelos como el Toyota GT86, Subaru BRZ, Volkswagen Scirocco, Hyundai Veloster y cómo no, el Audi TT.

Diseño

El RCZ es diferente al resto de la gama en muchos aspectos, comenzando por su nombre, que rompe con el esquema empleado hasta la fecha por parte de la firma, con denominaciones compuestas por una serie de números que contenían un 0.

Estéticamente, el RCZ adopta una forma muy singular de carrocería (tan singular, que sólo podemos encontrar un modelo actualmente en el mercado que se le asemeje en las líneas de su silueta: el Audi TT), no cuenta con una carrocería de coupé convencional. Un detalle especialmente llamativo es que el techo tiene un doble abultamiento, que continúa hasta la luna trasera. Conociendo lo difícil que es dar curvatura a un cristal, la luna en sí debe resultar un elemento muy costoso, tanto a la hora de producirlo por parte de Peugeot, como a la hora de tener que sustituirla. Eso sí, desde la firma gala afirman que esta solución técnica resulta más aerodinámica.

Prueba: Peugeot RCZ 1.6 THP 156 CV (diseño, habitáculo, mecánica)

Tampoco pasa inadvertido, tanto si tenemos el coche delante de nosotros, como si estamos sentados dentro del habitáculo y miramos por los retrovisores laterales exteriores, la considerable anchura de las aletas traseras. Esto, junto con los pasos de rueda tan grandes con los que cuenta, hace que como mínimo, para ‘ocupar’ el espacio de los mismos adecuadamente y que de perfil, el tamaño de las llantas no sea ridículo, es, como mínimo, aconsejable que cuente con unas llantas de 18 pulgadas.

Los arcos existentes entre los pilares A y B resultan también muy llamativos, ya que van en contraste con el color de la carrocería y le dan un toque más aerodinámico y distintivo, especialmente de perfil. Por supuesto, para hacer un contraste adecuado en función del color de la carrocería, estos pilares están disponibles en negro mate, color arena y aluminio.

Peugeot ha aprovechado el lavado de cara para hacer una profunda remodelación de su frontal, que es el cambio más destacable. Los cambios pasan por la introducción de un nuevo paragolpes que permite albergar entre otros, la nueva parrilla delantera de doble hoja, se incorporan unas luces LED diurnas debajo de los faros, además de unos renovados faros que ahora cuentan con el fondo negro. Otros de los cambios incorporados fueron la ampliación de la carta de colores, junto con nuevas incorporaciones en el catálogo de llantas de aleación de 18 y 19 pulgadas.

Todos estos detalles enfocados a la vistosidad, unido a la exclusividad del modelo -no se ven muchos por la calle-, hace que sea un coche que acapare muchas miradas por la calle.

Habitáculo

El habitáculo es también otro de los puntos fuertes de este modelo. Debido al enfoque del modelo, lo más lógico y racional es prestar también mucha atención a la hora de elaborar el habitáculo.

Prueba: Peugeot RCZ 1.6 THP 156 CV (diseño, habitáculo, mecánica)

En primer lugar, empcemos por las puertas: como podemos observar en las imágenes, cuentan con un tamaño considerable (y esto hace que también sean pesadas, teniendo una maniobrabilidad algo incómoda tanto en aparcamientos en batería como a la hora de manejarlas en pendientes), y por supuesto, prescinden de marco en los cristales. De forma que cuando abrimos las mismas, el cristal baja de forma automática unos milímetros, y vuelve a hacer la operación inversa cuando cerramos la puerta, para así asentar correctamente sobre las gomas y juntas y evitar por tanto múltiples ruidos aerodinámicos o filtraciones de agua al habitáculo.

Para acceder ya al habitáculo, tratándose de un coche cuya carrocería está más baja que otros modelos convencionales, el acceso a las plaas delanteras es ligeramente más incómodo, pero no tanto como en otros modelos similares en altura.

Nuestra unidad era full equip, y contaba entre otras cosas con el paquete de cuero integral (en este sentido, el RCZ ofrece un amplio abanico de personalización, ya que Peugeot ofrece paquetes formados por combinaciones bi-tono para los asientos, cuero mixto con alcántara o semicuero). Sin embargo, lo más interesante de esta opción, es que el tapizado se extiende a salpicadero y paneles de puerta, incluyendo por supuesto los bordados en ambos. Si bien, hay un detalle que particularmente me ha llamado la atención (y que desconozco si es por ahorro de costes o por la exposición que padece a las inclemencias del tiempo y su resistencia): la parte superior de los paneles de puerta es de plástico, pese a que cuenta con las costuras y un aspecto idéntico al del salpicadero o asientos. Vamos, que si no lo tocas con la mano no te das cuenta de eso.

Como podrás observar, el salpicadero se hereda directamente de la primera generación del 308 -es decir, la que se acaba de dejar de comercializar-. Si bien, cuenta con numerosos apreciables a simple vista. Uno de ellos, es que en las tres salidas de aire centrales, se prescinde de una de ellas para instalar en su lugar un elegante reloj analógico, cuya iluminación (de noche), también resulta muy atractiva a la par que elegante.

En la consola central, podemos observar el curioso (por diseño) freno de mano mecánico, acompañado de una toma de 12v, controles para navegar por el ordenador de a bordo y un botón para controlar el alerón trasero retráctil. El volante no es multifunción (aunque cuenta con los mandos multimedia tras él), y la parte inferior del mismo es achatada. Sin embargo, al ser un diseño -exceptuando por la parte inferior- que llevan tantos años empleando en la firma, creo que desmerece un poco el conjunto y deberían haber aprovechado el restyling para introducir uno nuevo. En la consola central encontramos los controles del sistema de climatización, así como los encargados de gestionar el equipo multimedia.

Su maletero homologa una capacidad de 321 litros. Pese a que la boca de carga está a una altura bastante elevada y puede resultar un poco incómoda la carga de objetos, gracias a que la superficie del mismo queda prácticamente al descubierto cuando abrimos la tapa del maletero, esto es algo que permite cargar y depositar de forma mucho más cómoda los objetos.

Prueba: Peugeot RCZ 1.6 THP 156 CV (diseño, habitáculo, mecánica)

Los asientos delanteros son de corte deportivo, y cuentan con reposacabezas integrados (estéticamente queda mejor, pero el problema es que pueden resultar incómodos para algunas personas al no ofrecer este ajuste). Me ha parecido muy aceptable la sujeción lateral que ofrece en la espalda a la hora de realizar conducción dinámica, no tanto la que ofrece en la parte inferior.

Por su parte, las palzas traseras son prácticamente inútiles. El acceso a las mismas, incluso para un niño, es muy complicado, y el espacio para las piernas es muy limitado, incluso si tenemos los asientos delanteros en una posición muy adelantada. Además, por la caída del techo, la altura disponible también es muy limitada. Por tanto, creo que su uso es sólo recomendable a desplazamientos muy esporádicos con niños, y mayormente para depositar objetos tales como abrigos o documentación si no queremos dejarla en el maletero.

Mecánica

La actual gama del RCZ, está formada por dos propulsores gasolina (1.6 THP de 156 CV, disponible con cambio manual o automático de seis velocidades), un 1.6 THP de 200 CV exclusivamente asociado a un cambio manual de 6 velocidades y una única opción diésel formada por el 2.0 HDI FAP de 163 CV. El propulsor de nuestra unidad es el segundo más vendido por detrás de la variante diésel, que acapara más de la mitad del grueso de ventas del modelo.

Sin embargo, muy pronto, la gama se verá ampliada con la llegada de una variante denominada RCZ-R, que contará con el mismo propulsor 1.6 THP pero erogando una potencia de 260 CV, junto con suspensiones específicas, así como un diferencial Torsen entre otros cambios mecánicos que implementará.

Este propulsor es de inyección directa, pero sin embargo, no cuenta con sistemas de ayuda a la mejora de la eficiencia, tales como el sistema Stop&Start, regeneración de energía en frenada, entre otros. Sí que encontramos en el ordenador de a bordo un indicador de cambio de marcha óptimo.

 

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