La histórica factoría de Santana en Linares (Jaén) volverá a cobrar vida después de catorce años sin actividad gracias a un acuerdo estratégico que promete devolver el esplendor industrial a esta región andaluza. Santana Motors, Zhengzhou Nissan Automobile y Anhui Coronet han firmado una alianza que permitirá la fabricación de vehículos todoterreno de última generación en las instalaciones que una vez produjeron los míticos Land Rover Santana y Suzuki Vitara.
Este ambicioso proyecto contempla una inversión inicial de cinco millones de euros y generará aproximadamente 200 puestos de trabajo, distribuidos entre 150 empleos en producción y 50 de carácter administrativo. Según ha confirmado el Ayuntamiento linarense, la nueva planta comenzará su actividad en el último trimestre de este año, revitalizando una zona que sufrió duramente tras el cierre de la factoría en 2011, cuando se perdieron cerca de 2.000 empleos directos e indirectos.
El vehículo que saldrá de las líneas de montaje linarenses estará basado muy probablemente en el Dongfeng Z9, una pickup que ya se comercializa en China y otros mercados internacionales como Nissan Frontier Pro. Este todoterreno destaca por sus impresionantes dimensiones: 5,52 metros de longitud, 1,96 metros de anchura y 1,95 metros de altura, posicionándose por encima de competidores como el Toyota Hilux o el Ford Ranger.
La gama de motorizaciones refleja una clara apuesta por combinar tradición y futuro. Incluirá una versión diésel equipada con un motor de 2,3 litros y 190 CV, pero el verdadero protagonista será la variante híbrida enchufable. Este avanzado sistema de propulsión combinará un motor de gasolina con tecnología eléctrica para ofrecer una potencia total de 402 CV y un par motor de 800 Nm. Además, su autonomía en modo exclusivamente eléctrico superará los 100 kilómetros, convirtiéndolo en uno de los todoterrenos electrificados más avanzados del mercado europeo.
Eduardo Blanco, consejero delegado de Santana Motors, ha manifestado que esta alianza «marca un hito fundamental» y representa «un paso decisivo hacia el futuro». Los equipos técnicos de las tres compañías han trabajado estrechamente durante años para diseñar y certificar un vehículo que mantenga la legendaria tradición de calidad y robustez de Santana, pero adaptado a las exigencias tecnológicas y sostenibles actuales.
Esta iniciativa se inscribe en la tradición de colaboraciones internacionales que han marcado la historia de la compañía, que ya trabajó en su día con marcas emblemáticas como Land Rover, Suzuki e Iveco. Ahora, con el respaldo industrial y tecnológico de socios como Zhengzhou Nissan, el fabricante español busca retomar un papel protagonista en el mercado global del todoterreno, ofreciendo productos destinados a Europa, África y América.