BMW se prepara para hacer un cambio de estrategia que le permita rivalizar con el Mercedes-Benz Clase G. Y esto es un cambio significativo para la marca bávara, tradicionalmente asociada con la conducción deportiva en carretera más que con las aventuras campo través.
Según fuentes internas de la compañía, el nuevo modelo, conocido internamente como G74, podría iniciar su producción en la segunda mitad de 2029 en la planta de Spartanburg, Carolina del Sur. Este proyecto surge como respuesta al éxito comercial del Clase G de Mercedes, que recientemente alcanzó las 600.000 unidades producidas, demostrando la viabilidad de un nicho que BMW ha observado desde la distancia.
El futuro todoterreno de BMW utilizará una versión mejorada de la plataforma del X5 actual, adoptando una construcción monocasco con modificaciones específicas en subchasis y suspensiones para mejorar sus capacidades fuera del asfalto. Esta aproximación difiere del enfoque tradicional de chasis de largueros del Clase G, siguiendo más bien la filosofía de Range Rover en sus modelos más capaces.
Interesantemente, este nuevo modelo serviría como sucesor del XM, el controvertido SUV insignia de BMW que abandonará la gama en 2028 tras una recepción tibia por parte del mercado. La capacidad de producción liberada se destinará entonces a este ambicioso proyecto todoterreno.
Para tantear el terreno, BMW ha lanzado el paquete xOffroad para el X5 en Norteamérica, que incluye neumáticos todo terreno en llantas de 20 pulgadas, suspensión neumática elevada con ajuste de altura, protecciones inferiores y diferencial trasero de deslizamiento limitado. Sin embargo, estas modificaciones aún están lejos de las capacidades del Clase G, que cuenta con reductora y diferenciales bloqueables delantero, trasero y central.
El precio del nuevo modelo seguirá la línea premium del XM, que actualmente arranca en unos 134.100 euros, posicionándose estratégicamente cerca del Clase G base que parte de aproximadamente 150.468 euros. Como el XM, este todoterreno funcionará como modelo halo para atraer atención hacia la marca.
BMW enfrenta el desafío de establecer credibilidad todoterreno en un segmento donde Mercedes-Benz y Land Rover cuentan con décadas de historia. Además, la investigación de mercado indica que los propietarios del Clase G muestran mayor fidelidad a la marca que otros clientes de Mercedes, complicando los planes de conquista de BMW.
Con las ventas del Clase G eléctrico siendo modestas, BMW podría optar por motorizaciones de combustión tradicionales, especialmente gasolina dado su enfoque en el mercado norteamericano. El próximo X5 de 2027 podría ofrecer pistas sobre las opciones mecánicas del futuro todoterreno.