6:22.091. Ese es el asombroso tiempo que ha necesitado un prototipo aligerado del Xiaomi SU7 Ultra para completar una vuelta a Nürburgring Nordschleife. Con el piloto David Pittard a los mandos, el gigante tecnológico chino no solo ha demostrado su capacidad para construir coches eléctricos, sino que ha pulverizado su anterior marca en casi veinticuatro segundos, posicionándose como el tercer prototipo más rápido en la historia del circuito. Este hito es una clara advertencia para la élite de la industria automovilística europea.
La estrategia de Xiaomi es paralela, compitiendo en dos frentes distintos: los prototipos de desarrollo y los coches de producción en serie. Y es que el logro del modelo de calle es, si cabe, más impactante. La versión de producción del SU7 Ultra ha registrado un tiempo de 7:04.957, convirtiéndose oficialmente en el coche eléctrico de producción más rápido del circuito. Con este crono, ha dejado atrás a rivales de la talla del Porsche Taycan Turbo GT y del hiperdeportivo Rimac Nevera, una hazaña que resuena con fuerza en el sector.
Para alcanzar estas cifras, el SU7 Ultra se apoya en un sofisticado sistema de propulsión de tres motores eléctricos que desatan una potencia combinada de más de 1.500 caballos y 1.770 Nm de par motor. Estas especificaciones se traducen en una aceleración brutal, capaz de catapultar el coche de 0 a 100 km/h en apenas 1,98 segundos, y de alcanzar una velocidad máxima de 350 km/h. La energía proviene de una avanzada batería CATL Qilin II de 93,7 kWh, que opera a 897 voltios para garantizar un rendimiento sostenido.
Para celebrar estos éxitos, Xiaomi ha lanzado dos ediciones especiales. La más exclusiva es la «Nürburgring Limited Edition», una serie limitada a solo 100 unidades para todo el mundo, con un precio de 814.900 yuanes, equivalente a unos 106.000 euros. Este modelo incorpora de fábrica componentes de competición, como un capó y alerón de fibra de carbono, asientos de tipo baquet y una jaula de seguridad. Para el resto de los propietarios del SU7 Ultra, la marca ofrece el «Track Professional Package», un paquete opcional que por unos 13.000 euros añade mejoras en frenos, suspensiones y refrigeración para exprimir al máximo el coche en circuito.
