Volkswagen está muy cerca de presentar el que será su SUV eléctrico económico

Volkswagen prepara un SUV eléctrico compacto de acceso que verá la luz como un concepto cercano a producción en el IAA Mobility de Múnich el 7 de septiembre, adelantando una ofensiva para democratizar la movilidad eléctrica con precios por debajo de los 40.000 euros y guiños de diseño a su nueva hornada ID.2/ID.2X.

El punto de partida es claro: reinterpretar el espíritu de “coche para el pueblo” con un crossover derivado del aplaudido ID.2all, aquel prototipo de 2023 que prometía un arranque en 25.000 euros y un tamaño “espacioso como un Golf” pero con un coste similar al de un Polo; la versión SUV se situará por debajo del ID.4, con un enfoque más accesible y formato de moda.

Los primeros bocetos oficiales, compartidos por Andreas Mindt, jefe de diseño de Volkswagen, muestran unas barras luminosas delante y detrás y el emblema VW iluminado, recursos ya típicos en eléctricos modernos; llantas sobredimensionadas y ausencia de manillas delatan su condición de estudio, pero la masa crítica del volumen apunta a un producto práctico en carretera y ciudad.

En proporciones, la sombra del ID.2all es evidente: unos 4,05 m de largo y 1,81 m de ancho encajan en la órbita del T‑Cross de combustión, aunque la plataforma específica eléctrica debería regalar un interior más holgado de lo que dicta la cinta métrica; frente al ID.4, de trazos más fluidos, este nuevo crossover persigue una silueta más tradicional de SUV.

Bajo la piel, Volkswagen recurre a una evolución del MEB para su familia de acceso, con arquitectura orientada a tracción delantera que simplifica y abarata el conjunto; el ID.2all montaba un motor frontal de 222 CV y anunciaba 0‑100 km/h por debajo de 7s, un listón más que razonable para un SUV urbano con ambición de uso diario.

La puesta en escena tecnológica vendrá acompañada de una estrategia de precio agresiva: la marca ha reiterado el objetivo de un ID.2 en torno a 25.000 euros y una variante SUV ligeramente por encima, pero claramente por debajo de la barrera psicológica de 40.000 euros; además, se sigue en un futuro ID.1.

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