Algunos fabricantes, en sus modelos descapotables con techo de lona, con independencia del número de plazas, ofrecen también de manera opcional un techo duro que se coloca mediante intervención humana y que está especialmente pensado para llevar durante esos meses de invierno en los que no tenemos previsto descapotar el coche y no queremos exponer nuestra lona a las inclemencias del tiempo o en su defecto, reducir su vulnerabilidad si lo aparcamos en sitios públicos.
En la actual generación del Mazda MX-5, disponible en su variante descapotable únicamente con techo de lona (a diferencia de, por ejemplo, el modelo al que reemplazó), la firma nipona no ha puesto a disposición de los usuarios un techo rígido que sí que podíamos encontrar en otras generaciones. A cambio, tenemos el MX-5 RF, que no es exactamente lo mismo pero para algunos puede ser algo que logre aunar las virtudes de ambas configuraciones.
Pues bien, ahora si tienes un Mazda MX-5 Cup de carreras, por el módico precio de 4.100 euros podrás comprar un techo rígido, logrando de esta forma poder entrar en un abanico de competiciones más amplio (fundamentalmente, norteamericanas) que sí que exigían contar con un techo, véase: NASA Club Racing, SCCA o la Pirelli World Challenge TCA. El MX-5 de carreras emplea el motor de 2 litros y cuatro cilindros con numerosas modificaciones a nivel mecánico y de bastidor, siendo una opción muy razonable por precio para aquellos que buscan una montura con la que poder competir en diversas disciplinas.
No creemos a priori que sea muy difícil poder montar este techo en la versión de calle, ahora bien, a este precio, tienes que tener una razón de peso muy loable para querer hacerlo… homologación aparte.
