El 26 de septiembre de 2024 salió de la planta de Saarlouis la última unidad del Ford Focus ST, poniendo punto final a más de dos décadas de uno de los compactos deportivos más reconocidos de Europa. Se cierra una etapa dorada para los “hot hatch” y se afianza el giro de Ford hacia SUVs y coches eléctricos.
El Focus ST destacó por su equilibrio entre practicidad, precio y prestaciones al alcance de muchos bolsillos. En España, la gama Focus sigue a la venta unas semanas más, con ofertas desde 23.474 euros, y ha abarcado opciones de 1.0 a 2.3 litros; en su cúspide, el ST con 2.3 EcoBoost y 280 CV figuraba con un PVP de 43.567 euros y ofertas desde 34.204 euros. Los libros de pedidos del ST, no obstante, se cerraron hace meses, y la producción del Focus convencional finaliza en noviembre de 2024.
Jim Farley, CEO de Ford, resumía la decisión respecto al Focus de la siguiente forma: modelos como Focus y Fiesta eran “amados por los clientes, pero no generaban beneficios”. Saarlouis mantendrá 1.000 empleos hasta 2032, aunque deja de ensamblar coches de volumen, un signo claro del cambio de rumbo industrial en la marca.
El contexto europeo tampoco ayuda a los compactos deportivos de gasolina. La presión regulatoria, con una Euro 7 a la vuelta de la esquina y la transición a la movilidad eléctrica, ha estrechado la oferta. Se han despedido referencias como el Fiesta ST, los Hyundai i20 N e i30 N o el Peugeot 308 GTi, e incluso el Honda Civic Type R ha caído por normativas más estrictas. Aun así, resisten nombres de peso: Volkswagen mantiene los Polo GTI y Golf GTI/R, CUPRA el León, Audi los S3 y RS 3 Sportback, además del BMW M135i, los Mercedes-AMG A35/A45 y el Toyota GR Yaris.
Recordemos que Ford, tras decir adiós al Mondeo y al Fiesta, su cuota en Europa ronda el 3,3%, por detrás de Hyundai y Kia, y entre enero y agosto se matricularon 260.342 coches de la marca, mientras Volkswagen vendió casi tres veces y media más y Skoda casi duplica ese volumen.