Bentley Flying Spur 2020: Con motor TSI W12 de 6 litros y 635 CV

La tercera generación del Bentley Flying Spur ya está entre nosotros. Desarrollada desde cero, este modelo se postula como una alternativa para aquellos que buscan una opción todavía más lujosa y refinada que el Audi A8 W12, y que debido a su TSI W12 de 6 litros y 635 CV, nos hace olvidarnos de que nos encontramos en plena transición al coche eléctrico. Una gran berlina de las que en no tantos años, por su configuración mecánica, quedarán totalmente extintas.

Con 5,32 metros de longitud, este Bentley es el primero en la historia de la firma en contar con un eje trasero direccional. La distancia entre ejes aumenta en 13 centímetros, algo que permite ofrecer un espacio mucho más generoso para las piernas de los ocupantes traseros, algo que se complementa con las puertas traseras de mayor tamaño para facilitar el acceso al habitáculo.

Bentley afirma que en el proceso de producción de su chasis se han hecho uso de aluminios, composites (plásticos con fibra de carbono) así como aceros de alta resistencia. Sin embargo, debido a los numerosos sistemas de equipamiento que equipa, aislamiento acústico y al enorme motor con el que cuenta, supera ampliamente la barrera de las dos toneladas.

A través de la división Mulliner podremos alcanzar un elevado grado de personalización, con combinaciones de colores prácticamente ilimitadas, y numerosos accesorios y molduras hechos a medida del cliente.

W12 biturbo para mover al conjunto

El encargado de mover los 2.437 kg que pesa en vacío es un motor W12 TSI biturbo de 6 litros fabricado a mano en Crewe y que cuenta con 635 CV de potencia con un par motor máximo de 900 Nm. La transmisión está proporcionada por ZF y cuenta con ocho velocidades y doble embrague. Aún pese a su elevado peso, es capaz de alcanzar los 100 km/h en 3,8 segundos.

Bentley Flying Spur 2020: Con motor TSI W12 de 6 litros y 635 CV

La tracción es a las cuatro ruedas, pero a diferencia del modelo saliente, ya no es permanente, ya que ahora pasa a ser conectable. En condiciones normales es propulsión trasera, y a través de un embrague multidisco, cuando detecta pérdidas de tracción envía potencia a las ruedas delanteras, apoyándose además en el sistema Torque Vectoring para mejorar su paso por curva al frenar de forma selectiva cada rueda.

Eso sí, no menos importante es el sistema de frenada en un vehículo de estas características, por ello, cuenta con unos monstruosos discos delanteros de 420 mm de diámetro y están fabricados en hierro.

Salón de lujo rodante

En su cabina, encontramos 15 tonalidades de piel para los asientos, además de un amplio de catálogo de maderas ya sea simples o en combinaciones con otras. También hay un acabado tridimensional en patrón diamante para los tapizados de los paneles de puerta así como mandos y botoneras con acabados bronce.

Bentley Flying Spur 2020: Con motor TSI W12 de 6 litros y 635 CV

La instrumentación es digital, y en el centro del salpicadero, mediante una consola rotatoria podremos cambiar entre la pantalla táctil de 12,3 pulgadas, unos relojes de aguja clásicos con termómetro exterior, cronómetro y brújula o una moldura de madera. También hay tres equipos de sonido: el de serie con 10 altavoces y 650w, un Bang&Olufsen de 16 altavoces y 1.500W o un Naim de 2.200W con 19 altavoces.

Los ocupantes traseros disponen de una pantalla táctil en las salidas de ventilación con los controles relativos al confort (climatización, cortinillas, función masaje…), pudiendo llegar incluso a sacarse de su soporte y funcionar como una tableta conn controles remotos.

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