BlaBlaCar y Uber vuelven a estar en el punto de mira, en este caso, de Fomento

Lo cierto es que tanto a Uber como BlaBlaCar no les hacen falta campañas de marketing, puesto que ya la tienen de forma gratuita cada pocas semanas porque una asociación de transportistas o taxistas pone el grito en el cielo contra estas dos plataformas de Car-Sharing.

A nivel nacional, hasta la fecha únicamente habían sido dichas asociaciones y patronales quienes se habían rebelado en su contra, pero ahora, es el propio ministerio de Fomento de España quien ha advertido de las sanciones que puede acarrear tanto la promoción de dichos servicios como el uso de los mismos.

Así pues, según han anunciado, las empresas o personas que oferten o promuevan estos servicios sin la correspondiente licencia, se pueden enfrentar a multas comprendidas entre los 4001 y 6000 euros, mientras que si se reincide, puede llegar hasta los 18.000 euros. Por su parte, los usuarios de dichos servicios (entiéndase que estén sin la autorización de transporte correspondiente), podrían ser multados con hasta 401 y 600 euros por incurrir en una infracción my grave.

 

Las cosas se pueden poner muy feas para estas plataformas y sus usuarios

 

Si bien, en cualquier caso, desde el propio ministerio recalcan que esto no deriva de una reforma de la legislación, sino que se trata de poner en cumplimiento la legislación vigente que está fijada en la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) y que entre otras cosas, promueve que todo aquella empresa o persona que realice transportes de viajeros por cuenta ajena obteniendo una retribución económica, deben contar con la correspondiente autorización por parte de la administración. Así pues, han dado poco menos a entender que se encargarán de cumplir con dicha legislación.

Parece claro que han empezado a tomar cartas en el asunto a raíz de las numerosas quejas por parte de diversos sectores relacionados con el transporte, quienes tachan a este tipo de servicios de competencia deseleal.

La cuestión que se me plantea a mí ahora es, ¿dónde está el límite de lo legal e ilegal? Es decir, si yo ahora por ejemplo me quiero ir con un amigo a un pueblo recóndito del país a hacer turismo y le propongo compartir los gastos de gasolina a medias, ¿estaría incurriendo en un delito al no contar con la autorización por parte de la administración? Está claro que no será una tarea muy difícil identificar a los que oferten o promocionen este tipo de servicios, puesto que en dichas plataformas, resulta muy fácil acceder a los datos de contacto de aquellos que los ofertan. Pero en casos de personas que habitualmente ofrezcan una misma ruta y ya no empleen esa plataforma porque tengan unos usuarios fijos y conocidos, será muy difícil identificarlos.

Por otra parte, ¿deberíamos considerar Uber y BlaBlaCar en la misma instancia? Es decir, mientras que el primero de ellos es un servicio bajo demanda y con una metodología mucho más similar en funcionamiento a la de un taxi, en la que se busca principalmente el lucro, BlaBlaCar por su parte está más pensado para viajes ocasionales, oportunos y de mayor distancia en los que generalmente, el que lo oferta busca cubrir costes de un viaje que va a hacer él, no condicionando su destino en pos del lucro. Además, siendo esta última una práctica muy extendida que lleva ejecutándose entre conocidos desde que el transporte privado existe (vuelvo a poner como ejemplo el caso de irte con unos amigos de viaje y compartir los gastos de gasolina), no ocurriendo así con el modelo de Uber.

BlaBlaCar y Uber vuelven a estar en el punto de mira, en este caso, de Fomento

Sin embargo, también es cierta una cosa, alguien que se meta en BlaBlaCar y se pone a hacer cálculos, podrá observar como en muchas ofertas de viajes, la persona que lo oferta no solo cubre los gastos de gasolina, sino que obtiene beneficios. Está claro que en ese cálculo estoy obviando gastos como ITV, seguro o mantenimiento, pero no deja de resultar algo curioso. Y durante el último año, me da la sensación de que han aumentado considerablemente los precios en muchos tipos de viaje respecto a cuando comenzó dicha plataforma. Entiendo, por tanto, que al menos, éticamente, no es lo mismo compartir gastos que lucrarse por ello.

¿Tú cómo te posicionas al respecto? ¿en la práctica se actuará contra los usuarios de estos servicios? ¿crees que es ponerle puertas al campo?

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