En pleno declive del diésel en Europa, con una cuota que ha pasado de más del 50% a apenas un 8% y superado ya por los híbridos enchufables, Audi apuesta por darle una vuelta de tuerca a esta tecnología con un nuevo V6 de 3,0 litros para los A6 y Q5. Este bloque combina hibridación ligera MHEV plus, un compresor eléctrico y compatibilidad con combustible HVO 100 para ofrecer más prestaciones y una huella de CO₂ muy rebajada frente al gasóleo convencional.
La marca alemana lleva décadas ligada al TDI, desde sus turismos de 1989 hasta las victorias en Le Mans, y ahora actualiza a fondo el conocido V6 EA897evo4, una evolución de la familia nacida en 2010. No es un motor completamente nuevo, pero se ha revisado para mejorar durabilidad, eficiencia y emisiones, dejando atrás el pasado ligado al escándalo de los dispositivos de homologación y presentándose como el V6 diésel más limpio de Audi hasta la fecha.
En cifras, el 3.0 V6 diésel entrega hasta 299 CV y 580 Nm, apoyado por un sistema de hibridación ligera que suma puntualmente 24 CV y 230 Nm adicionales en fases de arranque y aceleración. La arquitectura MHEV plus coordina un generador del sistema de propulsión, un alternador de arranque por correa y una batería de fosfato de hierro y litio, capaz de recuperar hasta 25 kW en las desaceleraciones y de asistir en conducción parcialmente eléctrica, especialmente útil en ciudad. El gran salto técnico llega con la sobrealimentación de dos etapas: el turbo de escape se combina con un compresor eléctrico que gira hasta 90.000 rpm en solo 250 milisegundos, logrando una presión máxima de 3,6 bares casi un segundo antes que en la generación anterior y reduciendo el retardo típico del turbo hasta acercar la respuesta a la de un coche eléctrico.
Sobre el asfalto, las cifras acompañan: un A6 Berlina con este V6 diésel acelera de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y alcanza 250 km/h, mientras que el Avant solo cede una décima en el esprint. Más llamativo aún, el Q5 y su versión Sportback, pese a igualar el peso del A6, marcan 5,0 segundos en el 0‑100 km/h gracias a la combinación de empuje extra del MHEV y tracción quattro de serie, que también comparten las variantes del A6. Audi llega a hablar de “un coche de ventaja” en los primeros dos segundos y medio de aceleración frente al anterior V6, síntoma del trabajo en respuesta inmediata y entrega de par desde muy abajo.

La otra gran carta del nuevo V6 está en su compatibilidad con el combustible sostenible HVO 100, derivado de aceites vegetales hidratados, residuos y materiales de desecho, con el que se pueden reducir las emisiones de CO₂ entre un 70 y un 95% respecto al diésel convencional sin penalizar prestaciones ni durabilidad. De hecho, los Audi producidos en Ingolstadt y Neckarsulm ya salen de fábrica con este carburante en el depósito, alineando al nuevo TDI con una estrategia de reducción de huella de carbono más allá de la electrificación pura.

En el mercado, este propulsor se incorpora a las gamas A6 y Q5 desde el 4 de diciembre, con precios de partida de 82.270 euros para el A6 y 82.600 euros para el Q5, siempre con tracción quattro. En paralelo, Audi prepara para 2026 una actualización amplia de hasta cinco familias de modelos con mejoras de hardware y software, faros matrix LED digitales en el A6, nueva interfaz de infoentretenimiento, asistente de voz con IA y una cámara frontal 4K opcional, reforzando el giro tecnológico del conjunto.





