Porsche ha mostrado las primeras imágenes de su Cayenne Electric, que es una declaración de intenciones que rompe todos los moldes establecidos para los SUV eléctricos de lujo.
La demostración más espectacular tuvo lugar en Shelsley Walsh, un circuito de montaña que ostenta el título de ser el más antiguo del mundo aún en funcionamiento desde 1905. Entre sus serpenteantes 914 metros de asfalto y una pendiente del 16,7%, el prototipo camuflado del Cayenne Electric escribió una página dorada al pulverizar el récord absoluto para SUV con un tiempo de 31,28 segundos, superando en más de cuatro segundos la anterior marca establecida por un Bentley Bentayga.
La responsable de esta hazaña fue Gabriela Jílková, piloto de desarrollo del equipo TAG Heuer Porsche de Fórmula E, quien extrajo todo el potencial de un vehículo que ya promete revolucionar el segmento. Lo más impresionante no fue solo el tiempo final, sino la explosividad en la salida: los primeros 18,3 metros fueron cubiertos en apenas 1,94 segundos, igualando el rendimiento de monoplazas de competición equipados con neumáticos slick, mientras que el Porsche utilizaba simplemente gomas de verano homologadas para carretera.
La clave del rendimiento excepcional radica en varios factores tecnológicos que Porsche ha implementado de manera magistral. El sistema Active Ride, heredado del Taycan pero ausente en el Macan EV con el que comparte plataforma, mantiene la carrocería perfectamente nivelada durante aceleraciones, frenadas y paso por curva, proporcionando un control y confort sobresalientes. Richard Hammond, el conocido presentador británico, pudo experimentar de primera mano estas prestaciones y confirmó que la potencia del motor superará los 730 caballos del actual Cayenne turbo E-Hybrid de combustión interna.
Pero el Cayenne Electric no se limita a romper récords en circuito. Su capacidad de remolque de 3.500 kilogramos lo convierte en una herramienta verdaderamente versátil, equiparable al Rivian R1S y manteniendo la misma cifra que las versiones de combustión. Hammond lo demostró arrastrando sin esfuerzo aparente su clásico Lagonda, un vehículo centenario de más de dos toneladas, confirmando que los motores eléctricos facilitan considerablemente el trabajo en pendientes pronunciadas.
La estrategia de Porsche resulta especialmente inteligente al mantener las versiones híbridas y de combustión en el catálogo, ofreciendo así una gama completa que satisface todos los gustos y necesidades. El Cayenne Electric no viene a sustituir, sino a ampliar las posibilidades de una gama que ya ha demostrado su valía durante décadas.
Los aficionados podrán ver este impresionante prototipo en acción durante el Festival de la Velocidad de Goodwood, que se celebrará del 10 al 13 de julio.