Literalmente podríamos decir que la división de urbanos de Mercedes-Benz no da a basto. El Smart ForTwo tiene mayor parte de la culpa, y es que en los pocos meses que lleva a la venta en gran parte de Norteamérica, ha roto todas las expectativas de la marca y ni los más optimistas pensaban que el Smart iba a tener un éxito tan rotundo a la otra orilla del charco.
Aunque a priori podemos pensar que la mayoría que compra el Smart es porque busca un urbano barato, no es así en su mayoría. Según las cuentas de Smart, los clientes se gastan una media del 15% del valor total del coche en pagar extras y poner más a gusto su urbano, que es usado en gran parte en Los Ángeles y en Nueva York. En definitiva, que el ForTwo es todo un capricho.
¿Dónde está el secreto? Sin ir más lejos, en su consumo y en su gran relación con las grandes ciudades estadounidenses.
Vía: Motor Authority