Toyota está desafiando la electrificación del sector automovilístico con una apuesta firme por la combustión, y lo hace con una propuesta que promete enamorar a los entusiastas: la nueva familia de motores de cuatro cilindros, encabezada por el espectacular G20E turboalimentado. Este propulsor, presentado en el radical GR Yaris M Concept durante el Tokyo Auto Salon, ha sido el centro de todas las miradas por su capacidad de combinar eficiencia, potencial de emisiones reducidas y, sobre todo, cifras de potencia que rozan lo legendario.
El G20E, con sus dos litros de cilindrada y un turbo IHI, ya entrega entre 400 y 450 caballos en su configuración conceptual, pero los ingenieros de Toyota no se han cortado en afirmar que, con un turbo mayor, superar los 600 caballos (más de 450 kW) es perfectamente factible. Esta cifra sitúa al nuevo motor en territorio de superdeportivos, y lo convierte en un candidato natural para alimentar futuras bestias firmadas por Gazoo Racing, como el esperado sucesor del Supra, la posible resurrección del MR2 o incluso una nueva generación del GR86.
La versatilidad del G20E es otro de sus grandes atractivos: ha sido diseñado para montarse tanto en posición longitudinal como transversal, lo que abre la puerta a configuraciones de motor delantero o central, como la del propio GR Yaris M Concept, que ha requerido incluso alargar ligeramente la batalla para acomodar el bloque tras los asientos delanteros. Además, los ingenieros han dejado claro que el bloque está pensado para la personalización y el tuning, con espacio suficiente entre cilindros para aumentar el diámetro y, por tanto, la cilindrada, lo que despierta ecos del mítico 2JZ entre los aficionados.
Toyota, junto a Subaru y Mazda, está impulsando una estrategia de motores de nueva generación que no solo busca potencia, sino también eficiencia y compatibilidad con combustibles neutros en carbono como los biocombustibles o los sintéticos. La marca japonesa no es ajena a las exigencias regulatorias: aunque en competición el G20E podría desplegar todo su potencial, para las versiones de calle es probable que la potencia se sitúe en torno a los 400 o 500 caballos, siempre con la vista puesta en las normativas de emisiones.
No menos relevante es la orientación híbrida de estos nuevos motores. El G20E ha sido optimizado para integrarse en sistemas híbridos, tanto enchufables como mild-hybrid, permitiendo así que los futuros deportivos GR mantengan el carácter y el sonido de la combustión, pero con una huella ambiental mucho más contenida.