Hasta hace más bien poco, VTEC y los Honda a gasolina eran sinónimo de atmosférico. Pero, por norma general, atmosféricos con una buena relación de consumo/prestaciones, y, también embutidos sobre cilindradas muy ajustadas. Los míticos motores B16, F20C o K20 son algunos de los motores VTEC más emblemáticos de la firma, y que pese a sus años, siguen teniendo legiones y legiones de fans a día de hoy (entre los que me incluyo).
Pero con la gran invasión de los propulsores turbo, cada vez, la oferta de motores atmosféricos de cuatro cilindros se ha ido reduciendo a lo largo de los años, ganando aún más protagonismo si cabe estos motores de Honda por la peculiaridad de no ir sobrealimentados. Los fanáticos de la marca se aferraban a ello como un elemento diferenciador respecto a la competencia, y es algo que han podido hacer durante muchos años.
VTEC y turbo no son una mala idea
Sin embargo, los tiempos cambian, para bien o para mal. Las duras normativas de emisiones, además de los intereses de mercado obligaron a Honda a cambiar en su planteamiento que tan bien le había funcionado hasta la fecha. Si hace ya bastante tiempo nos enteramos de que la próxima generación del Type R sería sobrealimentada, algo nos hacía pensar que no sería el único. Algunos vieron en la hibridación una respuesta a los motores turbo de pequeñas cilindradas por parte de Honda, y un claro ejemplo fue el CR-Z, pero lo cierto es que no es viable para modelos generalistas por el aún elevado coste que supone esta tecnología y lo que encarece el precio de un modelo.
De esta forma, Honda ha presentado tres nuevos propulsores gasolina sobrealimentados por compresor y con inyección directa. Se trata de un propulsor de 1 litro y tres cilindros, otro de 1.5 litros y finalmente otro de 2 litros. Este último, será el mismo que equipe la nueva generación del Civic Type R con 280 CV, de la que luego te hablaremos en profundidad en otra entrada aparte. No sería descabellado pensar que el Jazz o Civic pudieran recibir el propulsor de 1 litro o el de 1.5 litros de cara al futuro con cambios manuales o automáticas de tipo CVT.
Aunque muchos mostraron sus reticiencias cuando Honda lanzó al mercado su primer propulsor diésel hace ya casi una década, el 2-2 i-CDTI, el tiempo ha demostrado que en Honda supo hacer un buen trabajo con él. Así que, bajo esa misma premisa, esperemos que también sepa hacer bien lo deberes en esta nueva aventura de los VTEC Turbo.
