Nuevo Mercedes SL, tomémoslo como un… golpe de autoridad

Llega un momento en la vida de toda marca en la que hay que demostrar de qué están hechos. En toda historia hay una era de cambios, de novedades, de movimientos estratégicos y de conservar hacia el futuro, pero sin desprestigiar el presente. El futuro no es mañana, el futuro es hoy. Mercedes lo sabe, y no ha querido guardar lo mejor para mañana, sino para hoy.

Como habrás deducido, estamos hablando del nuevo Mercedes SL, que al igual que el CLC no es un nuevo modelo sino un lavado de cara, aunque no lo parezca. Para comprender este concepto actual nos tenemos que remontar al 1954, fecha en la que de un prototipo de carreras se creó un mito, que hoy día es conocido como Mercedes SL. Pese a que no vamos a destinar este pequeño hueco a su historia, sí que vamos a tratar a fondo cómo han sido sus últimos años, aprovechando este nuevo lavado de cara que nos hace levantar la vista hacia la nostalgia más próxima. Sigue leyendo…

¿Recuerdas al SL de cuarta generación? Apareció a mediados de los ’80 y se convirtió en su día en un auténtico icono automovilístico. Por aquel entonces el SL es -y sigue siendo- el referente más alto de Mercedes a nivel de mercado, y sin duda es un auténtico hito no sólo en la historia del fabricante de Stuttgart, sino de todo el panorama internacional. Y si vamos más allá, nos atrevemos a decir que el segmento de los roadsters de lujo está íntimamente ligado al Mercedes SL.

Pero respecto al R129 y al nuevo hubo un cambio importantísimo, un cambio que dividió a muchísima gente y que, al fin y al cabo, no tenía por qué ser necesario sino opcional. Hablamos del techo duro retráctil, que es amado u odiado. Un techo eléctrico de lona es elegante y para nada compromete las cualidades dinámicas del coche, pero tiene un pequeño problema: el desgaste de los años y la falta de seguridad. Con los años este tipo de techos han evolucionado como unos campeones y aún a día de hoy están presentes en casi todos los descapotables, pero Mercedes decidió dar un giro brusco: olvidarlo.

Con la llegada de la generación actual del SL, todo cambió. El concepto de roadster de lujo se sustituyó por un deportivo de alto nivel y muy, muy discreto. El SL desde entonces acentuó más aún el concepto que Mercedes mantiene como filosofía. Mantuvo al máximo una combinación perfecta de exclusividad, elegancia, confort y deportividad. El SL es prácticamente un viaje al pasado pero con los pies en el presente. Ahora, centrémonos en el lavado de cara:

La nueva generación del Mercedes aún está por llegar, y no será hasta nueva década. Es evidente que por muy bien conjunto que saliese la quinta (y actual generación del SL), tenerlo intacto más de 7 años es cuanto menos… arriesgado. Por ello, y para mantener su frescura de cara a un mercado muy exigente, el centro de diseño se han tenido que mojar bastante y arriesgarse a cambiar un frontal prácticamente perfecto por otro que esté, como mínimo, al mismo nivel. ¿Lo han conseguido? En un movimiento tan arriesgado quizás es mejor intentar mojarse lo mínimo posible y sólo lo suficiente, y Mercedes así lo ha hecho.

El fabricante alemán ha usado las ópticas delanteras del CLS y las ha adaptado ligeramente al roadster de lujo y han conseguido un resultado que, como mínimo, no defraudará. Junto a las ópticas delanteras se han modificado ambos paragolpes y se ha colocado una rejilla frontal totalmente nueva y de un único soporte horizontal que se une en el centro con una estrella que no habíamos visto antes en el SL. Las ópticas traseras se mantienen intactas, salvo en que tanto éstas como las delanteras reciben la nueva tecnología de faros LEDs, es decir, LEDs diurnos a lo largo de las ópticas.

Los motores se mantienen prácticamente intactos, pero han habido dos sorpresas bastante interesante y que se hacían francamente necesarias: el SL63 y el SL280. El SL280 por su parte se convertirá en el modelo inicial de la gama y contará con un 3 litros 6 cilindros en línea y 231 caballos, convirtiéndose como el modelo más económico para el que quiera disfrutar más que gastar. Por otra parte, el SL63 AMG se convierte en la variante AMG más asequible y lógica y apunta con el ya famoso V8 de 6.3 litros. A continuación, aquí tienes una lista con todas sus versiones:

Mercedes SL:

  • SL280: 3.0l 231cv (nuevo)
  • SL350: 3.5l 315cv (nuevo)
  • SL500: 5.5l V8 388cv
  • SL600: 6.0l V12 517cv
  • SL63 AMG: 6.3l V8 525cv
  • SL65 AMG: 6.0l V12 612cv

El resto nos lo podemos imaginar: última tecnología alemana, interior de infarto, acabados dignos de una mansión de Miami… en esta galería puedes ver con todo detalle al SL, por dentro y por fuera. Como último detalle técnico, Mercedes dice haber reducido el consumo de las variantes 350 (con un motor más potente) y del 500 en casi medio litro. El consumo no es el principal factor a la hora de comprarse un SL, pero siempre está bien que vayan reduciendo. Estará a la venta en Abril, y aún falta por conocer los precios finales. Mención especial al SL280 porque podría estar en un rango de 80.000 euros, quizás algo más.

 

También podría interesarte

2 COMENTARIOS

  1. Me parece sencillamente impresionante. Tiene toda la elegancia de los coupés y roadsters de siempre de mercedes (con una sola lama cromada en el morro) y el puntito de agresividad que no viene nada mal. La estética bifaro de mercedes ha marcado una época, sin duda, pero era demasiado igual a otros modelos de la marca… había que diferenciar el SL hasta el nuevo modelo.

    Excelente.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí