Hace sólo unos días comentábamos los nuevos rumores que situaban en el mercado próximamente un nuevo modelo inferior al Boxster, un roadster de pequeñas dimensiones destinado a consolidarse como el sucesor espiritual del Porsche 551. Sin embargo…
…lo que hace sólo unos días era blanco, hoy parece muy negro. Desde la firma alemana han realizado unas declaraciones oficiales en las que desde luego, no auguran un gran futuro para un hipotético Baby Porsche. La pregunta es… ¿por qué?
Porsche ha dejado claro que su imagen tiene una gran importancia, y antes que nada es una marca premium de deportivos y con un gran estatus. Porsche tiene la certeza suficiente de que un nuevo roadster más pequeño que el Boxster significaría la entrada de la firma alemana en un segmento y línea de ventas totalmente nuevo para la marca alemana. Un gran cambio de cara al público que podría no sentar muy bien a sus clientes «de toda la vida». Y esto, en caso de que pudiese llegar a crear alguna posibilidad de que estos clientes se marchasen, Porsche lo ve motivo más que suficiente para no llevar a cabo ningún pequeño roadster «generalista».
