El XC70 vuelve convertido en un SUV híbrido enchufable con acento chino y una cifra que habla por sí sola: es el PHEV de mayor autonomía eléctrica de la historia de la marca, capaz de superar los 200 kilómetros en modo cero emisiones según el ciclo CLTC. Presentado oficialmente, llega primero a China y, Europa será el siguiente mercado en recibirlo.
El diseño entra por los ojos desde el primer vistazo. Adopta el nuevo lenguaje de Volvo con una parrilla cerrada en forma de escudo, propia de los eléctricos de la firma, flanqueada por ópticas finas con una firma luminosa muy reconocible. Las líneas esculpidas recorren la carrocería de punta a punta, el techo cae suavemente y los hombros marcados le dan empaque. No faltan detalles de eficiencia como las manillas enrasadas y las entradas de aire activas, mientras que la zaga remata con unos pilotos en forma de C que se integran hacia la luneta para reforzar esa estampa sólida y dinámica.
En cifras, mide 4.815 mm de largo, 1.890 mm de ancho y 1.650 mm de alto, con 2.895 mm de batalla. Es, por tanto, un D-SUV en la parte alta del segmento, con cinco plazas y un interior espacioso. Se asienta sobre la plataforma SMA, una arquitectura concebida para vehículos de multienergía que aquí se traduce en un sistema de propulsión enchufable de largo alcance.
Bajo el capó trabaja un motor de gasolina 1.5 turbo apoyado por uno o varios eléctricos. La documentación china ya adelantó dos baterías: una LFP de 21,22 kWh para unos 100 km CLTC y otra NMC de 39,63 kWh para alrededor de 180 km. Ahora, con la presentación, Volvo introduce una variante de gran alcance que empuja esa cifra por encima de los 200 km en eléctrico, y añade carga rápida del 0 al 80% en apenas 23 minutos. La guinda es la carga bidireccional, útil para alimentar dispositivos o equipo de acampada, y una autonomía conjunta que puede superar los 1.200 km, perfecta para viajes largos sin ansiedad por la recarga.
El habitáculo mantiene la serenidad nórdica de la marca, pero bien conectada: cuadro digital de 12,3 pulgadas, una pantalla central de 15,4 pulgadas como cerebro del infoentretenimiento y, como opción, un Head-Up Display de 92 pulgadas con realidad aumentada. En seguridad y asistentes va sobrado: monitoriza el entorno, ayuda a evitar o mitigar colisiones, detecta peatones, puede cambiar de carril de forma automática y aparcar por sí mismo con Park Pilot.