Tras haberla eliminado en 2023 con la llegada del restyling Highland, en favor de unos botones táctiles en el volante, Tesla ha tenido que dar marcha atrás y admitir lo que muchos conductores ya habían señalado: a veces, lo sencillo funciona mejor.
El cambio arranca en China, donde los nuevos Model 3 saldrán de fábrica de nuevo con la clásica palanca detrás del volante. Además, los clientes que ya poseen uno de los ejemplares “minimalistas” podrán solicitar la actualización oficial en los talleres de la marca a partir de septiembre. Eso sí, no será gratis: la operación tiene un precio de 2.499 yuanes, unos 350 euros, e implica sustituir el volante entero por uno que incorpora la palanca, un detalle que demuestra que Tesla jamás pensó en volver atrás tan fácilmente.
La reacción de la marca responde a una presión difícil de ignorar. Para muchos, eliminar un dispositivo tan básico como el intermitente fue una decisión arbitraria que priorizaba la visión estética de Elon Musk por encima de la ergonomía o la seguridad vial. El gesto de accionar una palanca de forma intuitiva no puede sustituirse con un botón táctil en el fragor del tráfico, y ese choque entre lo práctico y lo futurista terminó convirtiéndose en un quebradero de cabeza tanto para conductores como para la propia compañía.
Lo irónico es que Tesla ya había pasado por una polémica similar con el volante tipo “yugo” en el Model S, otra apuesta conceptual que acabó cediendo al volver a ofrecer la opción circular clásica. El patrón se repite: romper con lo establecido, recibir críticas por parte del público y, finalmente, rectificar presentando la marcha atrás como un valor añadido. Una estrategia que alimenta el debate sobre si la disrupción de Tesla responde siempre a avances genuinos o si, en ocasiones, se reduce a experimentos que acaban convertidos en negocio cuando toca corregirlos.
La decisión de reinstaurar la palanca llega en un contexto particularmente sensible para la marca en China, su mercado más estratégico fuera de Estados Unidos. En julio, Tesla vendió 40.617 coches en el país, un 12% menos que en el mismo mes de 2024. El Model 3 registró 9.851 matriculaciones, casi estancando su crecimiento, mientras que el Model Y protagonizó un descenso notable del 15,2%. En lo que va de año, la compañía acumula 304.027 entregas, un 6,3% menos, lo que confirma un enfriamiento en el ritmo de ventas.