El Audi Q7 que veremos llegar a las calles en sólo unos años va a ser bestial, y con mayúsculas. Os he hablado en muchas ocasiones anteriores sobre todo, de la tremenda pérdida de peso que se llevará a cabo para convertirlo en un gran SUV que pesará menos de dos mil kilos. Y esto, no es tarea fácil.
Más bien se está convirtiendo en algo complicado ya que de nuevo, la puesta en escena del SUV alemán se ha retrasado y es que el desarrollo del mismo aún está funcionando a pleno pulmón. Cambios en la aerodinámica y estética son de nuevo razones fundamentales para que el debut del Audi Q7, se retrase al menos, seis meses más.
Lo que está por venir es muy, muy importante
Las previsiones hablan claro: un cambio de imagen tremendo que dará paso a unas dimensiones a priori reducidas, pero que no esconderán una gran evolución tras de sí. Quizás que sea más «pequeño» a simple vista será debido a que el Q9 tomará el testigo como el SUV más portentoso de la casa alemana, pero en cuanto a tecnología, motorizaciones y equipamiento, el próximo Q7 ganará por goleada respecto al modelo actual. El hecho de que vaya a pesar más de 300 kilos menos -valga la redundancia- nos pone sobre la pista de que esto no es ningún juego. Es un cambio radical, y necesario.
Este proyecto está costando una inversión importante en Audi, pero no podemos dejar de lado que también será muy útil para otros proyectos, y es que si en el caso del Q7 reducen tal cantidad de peso, en otros proyectos como el próximo A4, también ocurrirá lo mismo.
Vía: Auto Guide
